La ocasión lo merecía, esta tarde la primera fila en la Plaça de la Font ha sido para los miembros de Festa per a Tothom, la colla formada por personas con y sin discapacidad que desde hace 34 años se ha hecho omnipresente en la fiestas con sus camisetas fosforito. Iban, además, bien acompañados por su queridísima giganta inclusiva Frida.
Aunque ciertamente esta colla es de las que no se pierden ningún acto del programa, hoy había más motivos para celebrar si cabe. Y es que este año el perpetuador es Romà Solé, un luchador incansable desde hace más de 30 años por visibilizar la discapacidad en la ciudad, como ha recordado la concejala de fiestas, Sandra Ramos, al presentarlo.
Solè que es licenciado en Filosofía y diplomado en Antropologia, ha comenzado por pedir disculpas y mostrar su «gratitud al esfuerzo que estáis haciendo por entenderme y a vuestra paciencia. Esto es consecuencia de vivir con una parálisis cerebral, hecho que a la vez es el desencadenante de que esté aquí».
Sin perder la sonrisa, que es su seña de identidad, Solè ha recordado a todos los que le han acompañado en el camino de la inclusión. También ha enviado un mensaje al Seguidi Popular «os regresamos emocionados la reverencia que nos dispensáis a vuestro paso».
El capítulo de agradecimientos ha sido largo, pero Solè también ha aprovechado para hablar de la fiesta «Santa Tecla tiene un misterio, casi un milagro y es que nos saca de las pantallas de casa para abarrotar las calles... Y ver pasar imaginería medieval, bestias que dan miedo, bailes barrocos. Tiempo de reencuentros. Fiesta por prescripción médica».
Y, aprovechando que le dieron la ocasión de «impartir doctrina como los capellanes en los entierros», ha aprovechado para ir al meollo del asunto: «la discapacidad es un hecho que no solo afecta a la persona y a su familia, sino que es inherente a la vida y a la sociedad. Y creemos que hay una sabiduría no buscada que podemos compartir. Interacción más allá de la integración. Inclusión, que sea incluso bidireccional. Un paso más en el largo camino desde el ostracismo hasta la plena ciudadanía».
Ha habido muchos aplausos y hasta una ola que hacían personas de pie pero, sobre todo, en silla de ruedas.
Los que hacen posible la fiesta
Además del perpetuador, hoy era el momento de rendir homenaje a quienes hacen posible la fiesta: los Teclers y Tecleres d’honor. Se trataba de una lista de 57 hombres y mujeres que este año cumplían 25 años en sus respectivas collas.
Ramos se ha referido a ellos como «los auténticos y las auténticas protagonistas de la fiesta, puesto que no nos cansaremos de repetirlo, sin ellos la fiesta no tendría ningún sentido, no habría crecido tanto y no seria un referente en Catalunya.
Había destacados referentes del ‘món casteller’, diables, protagonistas de los Balls Parlats, portantes de las besties y gigantes, entre otros.
Como manda la tradición, a cada uno se le ha obsequiado con un cartel del año en que comenzaron a formar parte de la fiesta. Sus propios grupo, además, informalmente, también han querido celebrarlo. Así, las collas castelleras han levantado pilars, esta vez con la peculiaridad de que se ‘colaron’ algunos miembros de la Muixeranga de Algemesí, del País Valenciano que levantaron también un pilar dedicado a las Moixigangueres y moixiganguers proclamados Teclers de honor.
Al final del acto el alcalde, Rubén Viñuales, ha llamado a los tarraconenses a participar en las fiestas con el primer ¡Visca Santa Tecla!.
Siguiendo el ritual, el alcalde junto al perpetuador, ha encendido la mecha que desde el balcón ha dado pia los once morteros y la primera tornada de la pirotectoa Poleggi de Canepina (Italia). Pasado el estruendo han volado los paperets d’al·leluies, esos trocitos de papel de colores que, esparcidos por el suelo, nos recuerdan que ya estamos en fiestas.
La crida este año ha tenido la mirada puesta en la inclusión. Los miembros de Festa per a tothom y la Geganta Frida han estado en primera fila para homenajear al perpetuador y a los teclers d’honor en una plaza llena.