La nueva residencia para mayores del edificio de El Seminari, propiedad del Arquebisbat de Tarragona y situado en la Part Alta de la ciudad, abrirá a principios del segundo semestre de 2025.
El proyecto, con una inversión de cuatro millones de euros e impulsado por el Grupo Mimara, contará con 73 habitaciones y 97 plazas, algunas de las cuales podrían ser concertadas con la Generalitat de Catalunya. Los impulsores calculan que se crearán 60 puestos de trabajo directos.
Además de funcionar como una residencia privada-concertada como las demás, la de El Seminari también «dará servicio a los sacerdotes de la zona», comenta el fundador del Grupo Mimara, Miguel Márquez, quien afirma que todavía no se puede saber cuál será el número de plazas que serán concertadas.

«La Generalitat es la que lo oferta, así que tendremos que presentarnos o no, ya que, al final, tiene que haber cierta armonía entre la viabilidad del negocio y el número de plazas concertadas», indica Márquez.
El precio de las privadas dependerá de las necesidades de la persona, del grado de dependencia que tenga y de la tipología de habitación. Sin embargo, se moverán a partir de los 2.500 euros al mes.
«Tiene que haber cierta armonía entre la viabilidad del negocio y el número de plazas concertadas», Miguel Márquez, fundador del Grupo Mimara
La idea es que primero se abra la segunda planta del edificio, que es donde comenzará propiamente la residencia, y luego lo haga la tercera: «Las plazas están repartidas entre las dos plantas, aunque en la tercera habrá más que en la segunda», comenta Márquez. Por lo tanto, primero se pondrán en marcha unas 40, mientras que el resto se activará cuando se implemente la segunda fase de apertura.
El centro contará con diferentes tipos de habitaciones: habrá algunas dobles, otras individuales y también las que serán tipo suite, que contarán con una sala de estar además del espacio en el que se ubicará la cama.
«Lo que queríamos aportar es la introducción de tecnología, como bañeras multisensoriales, duchas especiales, gafas de realidad virtual, pantallas táctiles...», comenta Márquez.
El espacio también incorporará salas de meditación y una capilla. La entrada, además, será independiente, como exige la normativa vigente. Por lo tanto, como el centro estará en las plantas dos y tres, no será necesario pasar por la uno para poder acceder.
«Habrá bañeras multisensoriales , duchas especiales, gafas de realidad virtual, pantallas táctiles...», Miguel Márquez, fundador del Grupo Mimara
¿Qué servicios ofrecerá?
El fundador del Grupo Mimara comenta que «habrá servicios típicos de residencia, como son la terapia ocupacional, fisioterapia, médico, podólogo... Pero, además, también se darán algunos extra, como por ejemplo el de biblioteca, peluquería o la opción de utilizar tecnología Indiba, que usa la radiofrecuencia como fuente de energía para el tratamiento de lesiones del aparato locomotor y para mejorar la piel».
Márquez indica que «se trabajará por unidades de convivencia, que son como pequeñas residencias dentro de la residencia». Se trata de salas de estar que se reparten por el centro y en las que conviven un número determinado de personas: «Todo surgió a raíz del coronavirus, ya que se detectó que en macrosalones con cien personas metidas se propagaban más los virus», comenta.
Un pacto para tres décadas
El acuerdo entre el Arquebisbat y el Grupo Mimara llegó a mediados del año 2022, cuando se hizo público que el Seminari no iba a acoger un hotel, como inicialmente se había previsto, sino que se firmaba un contrato de alquiler por treinta años para que el uso de la segunda y tercera planta del ala derecha del edificio, con una superficie de más de 3.500 metros cuadrados, acabase siendo el de una residencia para mayores.
La idea principal cuando se anunció el acuerdo era que a lo largo del último trimestre de 2022 ya hubiera entrado en funcionamiento la primera fase del proyecto.
«Queremos que esta sea la joya de la corona del Grupo Mimara», Miguel Márquez, fundador del Grupo Mimara
No obstante, los diferentes trámites burocráticos a realizar terminaron alargando el proceso y el centro ha estado durante este tiempo con las obras y actuaciones que se requerían ya finalizadas, pero hasta el segundo trimestre de este 2025, que será cuando a priori se habrá solucionado la burocracia que quedaba pendiente, no se podrá dar inicio a la actividad.
Algunos de estos trámites pasaron por una necesidad que hubo de cambiar los usos del edificio de ‘hogar-residencia’ como estaba anteriormente, a ‘sanitario-asistencial’, el uso al que se tuvo que pasar para que los residentes pudieran recibir una mejor atención asistencial.
Actualmente, el Grupo está a la espera de recibir el mobiliario –camas, mesillas de noche, armarios...– para poder tenerlo todo listo con el objetivo de iniciar cuanto antes la actividad, que en principio comenzará entre junio y julio, según las previsiones actuales.
«Queremos que esta sea la joya de la corona del Grupo Mimara y por ese motivo hemos instalado aquí nuestras oficinas centrales, que dan servicio a toda España», argumenta Márquez, quien también destaca la ubicación del centro y las vistas a la Catedral de Tarragona que ofrecen algunas de las habitaciones. La ubicación la destaca especialmente para personas con vida autónoma y que puedan salir a la calle.