Navidades es momento de reencuentro familiar, de solidaridad, y también de juguetes. Las compras de juguetes se disparan esta época del año. En el mismo período del año pasado las familias gastaron una media de 78 euros sólo en juguetes, pero no todas las familias pueden permitirse el mismo nivel de desembolso en regalos navideños. Pero a todos los niños y niñas les gusta poder estrenar un juguete por navidades, así que diferentes entidades e instituciones se comprometen a hacer estos sueños realidad, recogiendo juguetes nuevos o de segunda mano para las familias con dificultades económicas.
El Colegio de Graduados Sociales hace años que colabora con la Cruz Roja, animando a sus colegiados a traer un juguete, que se repartirá a las familias que lo necesiten. «Hace años que hicimos un convenio con Cruz Roja para colaborar con lo que necesiten», cuenta la presidenta Anna Maria Asanà Esteve. Hace ya un mes que el Colegio va recordando a sus miembros que pueden donar un juguete, y ya han recogido cerca de un centenar, con una mayor colaboración por parte de los colegiados los días más cercanos a las fiestas.
«Navidad es una época de felicidad e ilusión, y queremos que todas las personas puedan tener ilusión en estas fechas».
El Colegio también colabora con Cruz Roja de otras formas, con cursos sobre derecho en el trabajo i seguridad social, orientación laboral etc. Para mejorar el dia a dia de los usuarios de la entidad. Los colegiados aún tendrán tiempo hasta este jueves para entregar sus juguetes.
El único requisito imprescindible de los juguetes es que sean nuevos, para evitar piezas rotas o juguetes en mal estado.
Por otra parte, la Universitat Rovira i Virgili sí que recoge juguetes usados, que luego limpian y revisan los voluntarios. Conxa Torres, coordinadora de la Oficina del Voluntariat y impulsora de la recogida de juguetes, cuenta que cada juguete pasa por el cuidado de los voluntarios, antes de ser entregado a asociaciones y entidades que trabajan con menores. Se ocupan de limpiarlos, comprueban que todo funciona correctamente, y sólo entonces los entregan.
Juguetes nuevos o reutilizados
«Debes tener voluntarios para que todos los juguetes estén impecables, porque queremos que cada juguete este en el mejor estado», explica Torres. Las puertas de su oficina estarán abiertas toda la semana a quién quiera colaborar de esta iniciativa, para ayudar con los juguetes recogidos, o para donar los propios. Casi una decena de entidades participan en la recogida de la URV, como el Col·legi del Carme de Tarragona, la Óptica Teixidó o el Agrupament Escolta i Guia Xaloc.
Estos últimos se reunieron ayer para celebrar la fiesta de navidad, y celebraron algunas actividades solidarias: Organizaron un Bingo cuyos beneficios se donaron a Cáritas, recogieron comida para esta misma entidad y recogieron juguetes, que luego entregaron a la URV. «La recogida de juguetes nos sirve para ayudar a los que lo necesitan, pero también para educar a nuestros niños y jóvenes en la solidaridad, y hacerlos reflexionar sobre su propio privilegio», explica Anna Torredemer, la representante de la entidad scout.
Los juguetes que recoja su entidad se unirán al resto en la Oficina del Voluntariat de la URV, que a su turno las pondrá a punto y luego las repartirá a diferentes entidades que trabajan con menores. Estas no van directamente a las familias, sino que se reparten a las entidades para que les den uso propio o las repartan a las personas de su entorno que pudieran necesitarlas. Según Torres, no es fácil contabilizar el total, pero calcula que hasta final de semana habrán recogido aproximadamente un millar de juguetes.