Lo resumía bien esta tarde Ignasi Cañagueral, director del Complejo Industrial de Dow en Tarragona: «premiamos el talento y a las personas que nos tienen que resolver los problemas». Lo decía refiriéndose a Eduard de las Heras García, flamante ganador del Premi Dow que este año llega a su edición número 46.
El premio se creó en 1978, cuando la empresa apenas tenía 11 años. Desde entonces cada año se premia a un estudiante que ha finalizado Ingeniería Química en la Universitat Rovira i Virgili. Desde 2013, además, la dotación del premio es un contrato de trabajo dentro de la empresa.
Y, tal como recordaba Cañagueral, «valoramos no solo al proyecto sino a la persona». De hecho, además de los conocimientos técnicos, el jurado (en el que participan tanto miembros de la universidad como de la industria) valora expresamente en los aspirantes la iniciativa, la versatilidad, el liderazgo, la capacidad de comunicación y el trabajo en equipo, entre otros.
Un camino con curvas
Ante unas doscientas personas que han llenado el auditorio del Complejo Industrial de Dow en Tarragona, De las Heras ha agradecido a la universidad, a la empresa y a su familia porque, como reconocía, no había llegado aquí por un camino recto, sino por uno marcado por el esfuerzo y, en algunos momentos, por la incertidumbre, como en los tiempos de la pandemia.
El joven ingeniero cuenta que de pequeño le gustaban la lógica y las matemáticas, pero lo que le hizo decantarse por la ingeniería química fue ponerse a investigar sobre esa «ciudad iluminada» que veía cerca de su casa y que despertaba su curiosidad.
Gracias al premio, desde junio De las Heras trabaja al Complejo Industrial de Dow en Tarragona como ingeniero de automatización de procesos en la Unidad de Hidrocarburos para el cracker y la planta de octè. Como dato curioso su hermana, Andrea De Las Heras, también ganó el mismo galardón hace cinco años.
Eduard de las Heras también ha recibido la felicitación del presidente y director general de Dow para España y Portugal, Antonio Logroño, quien le ha dicho que: «simbolizas el talento que la sociedad de hoy y del futuro necesita». El alcalde de La Canonja, Roc Muñoz, por su parte, le ha recordado que «las ciencias son muy importantes, pero también lo es el humanismo, porque nos hace mejores personas y necesitamos excelentes científicos que, además, sean excelentes personas».
Josep Pallarès, rector de la URV, ha puesto el premio como un ejemplo de la necesaria comunión de las tres T: talento, tecnología y territorio. «Innovemos, tenemos el talento, las herramientas y nuestro territorio lo merece», remarcaba.
El director de la ETSEQ de la URV, Ioanis Katakis, también ha querido dejar constancia del nivel de los estudiantes que resultaron finalistas; Marc Arenas, Ayoub El Ouahi y Erik Escudero.
Un aperitivo de lo que viene
Como es tradición, el acto de entrega ha contado con una charla de una personalidad relevante de la industria. En este caso se trataba de la tarraconense Raquel Fortes, actualmente directora global del negocio de Construction Chemicals y directora global de estrategia para los negocios de Dow Polyurethenes y Chlor Alkali Vynil.
Durante su ponencia, titulada ‘Objetivos de sostenibilidad compartidos. Una nueva manera de hacer’, Fortes, que es egresada de la URV, ha usado el símil de una clase de spining en la cual se comienza con entusiasmo pero hay que tirar de estrategias mentales para poder resistir, para hacer un repaso de cómo ha sido su recorrido académico y vital que le ha llevado a vivir con su familia en Suiza. «Mi mensaje para las nuevas generaciones es que nunca dejen de tener curiosidad», ha dicho.
La conferencia d Fortes ha servido, además, para degustar un aperitivo de las posibilidades que ofrece la economía circular. Un ejemplo son los asientos para un coche en el cual está trabajando DOW y donde las materias primas son recicladas pero tienen las mismas propiedades del material de origen fósil. La clave estará, aseguró, en conseguir que productos así no solo apelen al compromiso ambiental de los consumidores, sino que, además, sean competitivos tanto en precio como en prestaciones.
El último en hablar ha sido Oriol Alcoba, director general de Industria de la Generalitat de Catalunya, quien ha recordado que el químico «es el segundo sector industrial del país, solo por detrás del alimentario y por delante de la automoción, dos sectores que en su esencia necesitan de la industria química».
Ha reconocido que «nos corre prisa descarbonizar» y ha asegurado, mirando a De las Heras, que: «la innovación es la que nos puede mantener a la cabeza».
