Tras la reforma del Passeig Marítim, el Port de Tarragona sitúa de nuevo su mirada sobre la ciudad, con un proyecto de transformación urbanística, que busca dignificar la entrada a la Part Baixa desde el frente marítimo. Este apunta directamente hacia uno de los espacios más degradados, como es la Plaça dels Carros. Una zona que ahora mismo es de titularidad municipal y que pasaría a manos del organismo portuario, para que pueda hacerse cargo de la remodelación.
La intervención es ambiciosa y supondrá una mejora de calado, que en su conjunto ahora mismo está valorada en 9,5 millones de euros. Esta se ejecutará por fases y afectará a los dos lados de la vía. Para ello, el Port de Tarragona y el Ayuntamiento ya han mantenido las primeras conversaciones que deben permitir ampliar el dominio portuario más allá del cinturón ferroviario. «Allí tenemos el Arxiu del Port y también está la Casa Gaset y Capitania. Es una plaza con usos portuarios y administrativos, en la que tendría mucho sentido poder actuar», asegura el presidente de la Autoritat Portuària, Saül Garreta.
El Port y el Ayuntamiento están estudiando hacer una concesión demanial, como con la pasarela
El proyecto todavía no se ha redactado, a la espera que pueda ponerse el hilo en la aguja que permita hacer una concesión demanial. Esta es la misma fórmula que se utilizó en su momento con la construcción de la pasarela sobre la vía del tren, que también financió el enclave tarraconense.
Acuerdo jurídico
«Nosotros no podemos gastarnos ni un euro si no forma parte del dominio portuario», dice Garreta. Pese a ello, ambas partes estarían predispuestas a llegar a un acuerdo que facilite que, lo que ahora es una declaración de intenciones, llegue a buen puerto. «Nos hemos reunido en tres ocasiones y en todas se ha abordado el tema. La sensación es que estamos alineados y, al final, es espacio público. Da igual que lo pague una administración u otra. Lo importante es que pueda disfrutarlo la ciudadanía», argumenta Garreta.
El objetivo es que el acceso desde la ciudad al puerto sea más «permeable», avanzando hacia la peatonalización y renaturalización de la superficie de la plaza, de forma que se genere un espacio «más amable» y «atractivo» de cara a la ciudad. «La idea es que el dinamismo que irradia el puerto sirva para dinamizar toda la Part Baixa de Tarragona, que seguramente es la que más lo necesita de la ciudad», apunta Garreta.
Eliminar las escaleras mecánicas
La remodelación también está pensada de cara a solucionar uno de los puntos más problemáticos de este entorno, como es el paso subterráneo de la vía del tren. Desde los inicios ha sido una zona conflictiva, por la escasa iluminación y los actos de incivismo. Sin olvidar los problemas constantes con las escaleras mecánicas, que cada dos por tres están fuera de servicio por las reiteradas averías.
En su lugar, lo que se plantea es quitar las escaleras y generar una estructura de rampas, de forma que más allá de los peatones también permitiría la continuidad del carril bici entre uno y otro lado de la vía.
La primera fase de las obras permitirá generar un gran parque de 8.000 metros cuadrados
Según la primera valoración, la inyección económica se calcula en 4,5 millones de euros. El objetivo es que pueda iniciarse en una segunda fase, que se pondría en marcha de forma inmediata tras la remodelación del costado marítimo. Esta es la que hace referencia a la transformación del entorno de las sedes administrativa e institucional, en un gran parque público de más de 8.000 metros cuadrados de superficie.
Primera fase
En este caso, la actuación ya está más definida y se está acabando de redactar el proyecto ejecutivo por parte del despacho MasMaristany Arquitectes SLP. Este fue el equipo ganador del concurso de ideas impulsado por el organismo portuario, en el que se presentaron más de veinte proyectos.
Según explica el presidente del Port, en los últimos meses la obra ha crecido en ambición, duplicando el presupuesto inicial previsto. De esta forma, se ha pasado de 1,5 a cuatro millones de euros, que en este caso ya están recogidos dentro del plan estratégico de empresa de la Autoritat Portuària. Este ha sido uno de los motivos por los cuales el proyecto lleva una demora de entre dos y tres meses, respecto a lo inicialmente previsto. «Queremos ofrecer un espacio a la ciudadanía que realmente tenga un impacto importante, por lo que creemos que este primer disparo debe ser fuerte», indica Garreta.
La filosofía es similar y el objetivo es eliminar el asfalto de la zona de oficinas hasta el inicio del Dic de Llevant, de forma que tan solo se mantendrá un vial de acceso para los vehículos de emergencias y la entrada al parking de los trabajadores. En su lugar se plantará vegetación autóctona y se generará una zona de sombras. Asimismo, se dará continuidad a la red de carriles bici y se intervendrá en la zona de las Escales Reials, donde se prevé una escalinata que mejore la movilidad de los viandantes desde el Moll de Costa al Port Esportiu y el Passeig del Miracle.
El inicio de las obras se sitúa en primavera del año que viene
De acuerdo con el calendario, a lo largo del primer trimestre del año que viene saldrán a licitación las obras, de forma que el inicio de la ejecución se calcula que será en primavera.
Con todo, Garreta se muestra convencido de que esta transformación «podría ser el rovell de l’ou de esta regeneración de la Part Baixa, de la que tanto se habla y sobre la que creemos que como puerto tenemos una responsabilidad». La posibilidad que en un futuro el tranvía también tenga una parada en la Plaça dels Carros es otro de los motivos que explican el interés del puerto en este proyecto.