El pequeño municipio de Perafort, ubicado en la provincia de Tarragona, ha sido recientemente nombrado como «el pueblo más feo» de Tarragona por la revista Viajar, una publicación especializada en turismo que no suele escatimar en halagos hacia los rincones más bellos de España y del mundo. Este polémico título ha generado un sinfín de comentarios y debates, especialmente en las redes sociales, donde la noticia no ha pasado desapercibida. Pero, ¿es Perafort realmente merecedor de este controvertido reconocimiento?
La peculiar clasificación de los pueblos más feos de cada provincia española fue generada con la ayuda de la inteligencia artificial. La revista Viajar explicó que la elección de Perafort se basó en una combinación de factores estéticos y turísticos, subrayando el carácter industrial de la localidad como un aspecto clave en su evaluación. Según la revista, Perafort es «sencillo y utilitario, pero no feo». No obstante, su falta de una oferta turística destacada y la ausencia de particularidades remarcables en sus calles fueron los elementos que llevaron a que Perafort fuese señalado en esta lista.
Sin embargo, Viajar también enfatiza que la lista es subjetiva, construida a partir de opiniones que están abiertas al debate. «La belleza, en muchas ocasiones, se encuentra en los pequeños detalles», menciona la publicación, sugiriendo que a pesar de la etiqueta, cada uno de estos pueblos, incluido Perafort, tiene su propio encanto y merece una visita.
Perafort, con su carácter eminentemente rural y tradicional, ofrece más de lo que a simple vista parece. Aunque no posee monumentos impresionantes ni grandes atractivos turísticos, este pequeño municipio tiene una serie de elementos que pueden atraer a aquellos que buscan desconectar y disfrutar de la tranquilidad. Sus calles, aunque modestas, poseen un encanto que refleja la historia y la cultura de la zona.
El núcleo de Perafort es pequeño, pero está rodeado de parajes naturales que invitan al paseo y la contemplación. Además, su proximidad a Tarragona, con su rica oferta cultural e histórica, lo convierte en una base ideal para explorar la región sin estar inmerso en el bullicio de la ciudad.
Por otro lado, la revista Viajar, también se ha hecho eco de los pueblos más feos de Catalunya: Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), La Jonquera (Girona) y Alfarràs (Lleida).
La «fealdad» de un lugar es, sin duda, un concepto muy subjetivo. Lo que para algunos puede ser una característica negativa, para otros puede ser un rasgo distintivo que añade carácter y autenticidad. En el caso de Perafort, su sencillez y su falta de pretensiones turísticas pueden interpretarse como una oportunidad para descubrir un aspecto diferente de la provincia de Tarragona, uno que no se encuentra en las rutas turísticas tradicionales.
En una época donde las publicaciones de influencers de viajes en redes sociales suelen centrarse en la belleza idealizada, Perafort se muestra como un ejemplo de que no todos los lugares tienen que ser espectaculares para tener valor.
La decisión de Viajar de incluir a Perafort en su lista ha abierto un debate sobre los criterios con los que se evalúan los lugares, y cómo estos juicios pueden afectar la percepción pública de un destino. En este caso, la revista no ha dejado de reconocer que su elección es, en última instancia, subjetiva y está sujeta a la interpretación de cada lector. Al final del día, como bien señala la revista, «nosotros visitaríamos todos y cada uno de estos pueblos», y es que, en los pequeños detalles, en la calma y en la autenticidad, se encuentra la verdadera esencia de muchos lugares que merecen ser explorados.