Peligro por la caída de rocas en la zona de Els Músics

Los vecinos denuncian que las piedras proceden del acantilado de Casablanca 

15 mayo 2019 07:05 | Actualizado a 15 mayo 2019 07:08
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Ana vive en la Vall de l’Arrabassada y tres veces por semana hace un curso de natación en las piscinas Tàrraco. Le acompaña siempre su bebé, de nueve meses. Su itinerario habitual pasa por subir la cuesta de la calle Johann Sebastian Bach del barrio conocido como Els Músics. «Cuando llego a la altura del bloque número 15, cambio de acera. No quiero poner en riesgo la vida de mi hijo», explica Ana. Y es que en esa calle hay desprendimientos de tierra y rocas procedentes de la montaña del antiguo sanatorio de Casablanca. 

Se trata de un precipicio lleno de peñascos en el que hay peligro real de derrumbe. La prueba es que la acera está llena de piedras, algunas de gran tamaño. Ya hace años que los vecinos denunciaron desprendimientos en episodios de fuertes lluvias o viento. Finalmente consiguieron que se instalara una red en el acantilado que da al jardín de las viviendas. Pero ahora el problema se agravia porque las rocas caen en la vía pública y sin necesidad de que llueva.

«Hace unos tres años que denuncio los desprendimientos. He perdido la cuenta de las veces que he llamado a la policía, y me dicen que vendrán, pero nunca se actúa. Tengo la sensación de que están esperando a que ocurra una desgracia para llevar a cabo medidas», asegura Pilar Villanueva, vecina del barrio de Els Músics. En un primer momento, el Ayuntamiento instaló unas vallas protectoras que cortaban el paso por la acera. Las vallas acabaron cayendo y la zona volvió a quedar al descubierto. 

«Hace unos días cayeron dos rocas de grandes dimensiones. Gracias a Dios, en ese momento, no pasaba nadie. Una de las piedras incluso abolló un coche que estaba aparcado. Al cabo de un rato, las rocas ya no estaban. Interpreto que los de la limpieza se las llevaron», explica Villanueva. Lo peor de todo, según los vecinos, es que hay salientes que amenazan con caerse de una manera inminente. «Me paso el día alertando a la gente de que pasa por aquí. Me pongo nerviosa cuando veo que pasean cochecitos de bebé. Les pido que cambien de acera», añade Villanueva. Algunos vecinos aseguran que estudian la idea de colgar carteles avisando del problema para evitar posibles accidentes.

En la misma montaña hay un muro de piedras que separa dos fincas. «Un día llovió mucho y el agua se llevó parte de la pared. Parecía una autentica cascada. Ahora, poco a poco va desprendiéndose el muro», asegura Villanueva, quien añade que «justamente debajo hay los contenedores de la basura».

La montaña, además, rodea algunos bloques de viviendas de las calles Johann Sebastian Bach y L. Van Beethoven. Los vecinos ya se quejaron hace años y finalmente colocaron una red para evitar más desprendimientos. «No sirve de nada. Las rocas siguen cayendo al vacío. Tenemos un jardín que no utilizamos por miedo», explica Pau Rodríguez, vecino de la calle L. Van Beethoven.

Es BCIN
Los problemáticos precipicios pertenecen al baluarte de Sant Jeroni, que formaba parte del sistema defensivo de Tarragona –como los fortines de Sant Jordi y de la Reina–. Los restos del baluarte están protegidos al ser un BCIN (Bé Cultural d’Interès Nacional).

La montaña sustenta las oficinas del Patronat de Turisme de la Diputació y el antiguo sanatorio llamado Casablanca. El acceso a ambos equipamientos es por el lateral del parking Torroja. Casablanca, que cerró sus puertas en el año 2005, es propiedad de la Generalitat.

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