«¿Qué podía fallar hoy?» se preguntaba en tono de broma el alcalde saliente, Pau Ricomà, cuando unos problemas de sonido le impedían comenzar su comparecencia de prensa ante los numerosos periodistas que se habían congregado en la sede de Esquerra Republicana en el Carrer Reial.
ERC obtenía ayer 8.869 votos en la ciudad de Tarragona (el 18,76% del total), lo que les dejaba con seis concejales, uno menos que en las anteriores elecciones de 2019.
Arropado por su equipo, una de las primeras cosas que hizo fue felicitar a Rubén Viñuales por haber ganado de manera «clara» las elecciones, aunque adelantó que no le votará en la investidura porque «partimos de una diferencia muy grande en la forma de interpretar la política y la ciudad».
Ricomà reconoció también la derrota sin paliativos: «son unos malos resultados y el responsable soy yo». No dejó claro, no obstante, si ejercerá de jefe de la oposición: «en los próximos días nos reuniremos y hablaremos con calma», dijo. Donde sí fue tajante fue al afirmar que no volverá a presentarse a la alcaldía.
Lo que sí prometió fue una «oposición constructiva, crítica y valiente» y estar abiertos a llegar a acuerdos en los grandes temas de ciudad. «No pondremos palos en las ruedas» garantizó.
Defender los proyectos de ciudad
Pese a reconocer la derrota, Ricomà también dijo estar contento con la gestión de estos cuatro años «en unas circunstancias muy difíciles».
Insistió en que en los próximos cuatro años llegarán a la ciudad «muchos millones de euros negociados con otras administraciones que ayudarán a que se hagan realidad proyectos como el Forum Judicial, el Hospital Joan XXIII, la Ciutat Residencial o el traspaso de carreteras, que permitirá cruzar la ciudad de punta a punta en bicicleta o caminando». Y señaló que lucharán para que dichos proyectos no se paralicen.
Aislar a la extrema derecha
El candidato de izquierdas también aprovechó la oportunidad para mostrar su preocupación por la entrada de VOX con tres concejales en el ayuntamiento. Señaló que habrá que estudiar mejor si esta irrupción tiene que ver con la abstención pero sí que «debemos ser contundentes de aislar la extrema derecha de las instituciones».
Pese a las circunstancias Ricomà, aparentemente relajado, animó a los suyos y dio muestras de deportividad: «a veces cuando hay elecciones parece que se acaba el mundo pero no, la historia es continua», dijo. Reconoció que «para mi ha sido un sueño ser alcalde de Tarragona» y hasta ofreció a la prensa: «si queréis cava hay cava», aunque para ese momento ya todos estaban recogiendo.
Además de Ricomà en el próximo mandato estarán por ERC en el salón de plenos: Maria Roig Alsina, Xavier Puig, Maria José López, Jordi Fortuny y Gemma Fusté.