La doctora Paola Pasquali (Venezuela, 1960) es una referente internacional en enfermedades de la piel, especialmente en tumores. Para tratarlos, esta especialista trabaja en el campo de la criocirugía, una técnica que difunde con charlas y ponencias en centros hospitalarios de medio mundo. En la actualidad es la coordinadora de Dermatología del Hospital Pius de Valls. Cuando ella llegó, en 2008, había una lista de espera de 3.000 pacientes dermatológicos. En la actualidad, no existe.
¿Cómo consiguió eliminar la lista de espera?
Lo que hicimos fue desarrollar un sistema de teledermatología.
¿En qué consiste?
En el uso de la informática para transmitir imágenes con las que hacer diagnósticos. Lo desarrollamos en 2011 y los médicos de familia nos empezaron a enviar imágenes tanto clínicas como dermatoscópicas. El dermatoscopio es una imagen que te permite ver debajo de la piel.
Es una criba muy eficaz.
Exacto. Lo primero que se logró hacer es justamente cribar. Porque uno de los problemas de la Seguridad Social es que todo el mundo quiere ir y solo debe acudir al especialista el que lo necesite.
¿Cuál es su especialidad dentro de las enfermedades de la piel?
Básicamente yo me dedico al cáncer, tanto al melanoma como al no melanoma.
¿Qué diferencia hay?
El cáncer de piel no melanoma es el número uno en el mundo, es el cáncer más frecuente. Y a su vez agrupa al carcinoma basocelular, que es más habitual y después están los carcinomas espinocelulares, que aparecen sobre todo a causa del exceso de sol. Y en cuanto al melanoma, este tiene la particularidad de que es el cáncer más agresivo que hay y si no se diagnostica a tiempo y se trata, da metástasis con muchísima facilidad y muy rápido. Es un tumor que los dermatólogos deseamos diagnosticar lo antes posible y ahí es donde entra en juego la teledermatología.
¿Es la nueva medicina?
Sí, porque un 70% aproximadamente de pacientes no tiene que venir al hospital. Se puede resolver el caso ya sea porque le das un consejo al médico de familia de cómo hacerlo o porque en realidad el paciente no tiene que venir al hospital. Y del 30% que queda, van directos a cirugía a quitarse la lesión. El médico de familia comparte ahora la responsabilidad con el especialista, trabajamos juntos por el paciente. Y además, el Pius es el único hospital de la región sin listas de espera en la especialidad. Y tengo muchísimo trabajo porque el cáncer de piel está aumentando a nivel mundial.
¿Por qué?
Porque la población es cada vez más mayor y cuanto más tiempo se vive, más posibilidades hay de padecer cáncer de piel por muchas razones. Una de ellas es que se trata de una piel envejecida, una piel que ha tomado más sol.
¿Cómo se detecta?
El melanoma puede presentarse de varias maneras. Una es que aparezca una peca nueva. La otra es que la peca que ya se tenía cambie. El problema es que puede estar en un lugar visible o no y entonces desafortunadamente no se diagnostican a tiempo y pueden crear metástasis. Pero normalmente si se evalúa al paciente y se controla, se diagnostica sin problema.
Usted aplica la técnica de la criocirugía. ¿Qué es?
Yo soy especialista en esta técnica, que es de muy bajo coste. Con la criocirugía se destruyen tumores benignos y malignos utilizando un criógeno, que es un gas líquido de bajas temperaturas aplicándolo en la zona. Entonces se pone frío en la zona y según cómo se haga se puede destruir desde una mancha en la piel hasta un tumor maligno. Básicamente el frío quita el calor y con él se le quita la vida a la célula porque las células necesitan calor para vivir. Entonces se hacen congelamientos por debajo de los 60 grados centígrados con los que se destruye el tumor.
¿Es una técnica nueva?
No. Los dermatólogos siempre hemos usado la criocirugía. Y cada vez más otras especialidades lo están haciendo como la urología. En ginecología también se usa para destruir el cuello uterino con daños premalignos y malignos. No somos muchos criocirujanos en el mundo. Yo me dedico a enseñar criocirugía y a aplicarla en el Pius y eso me permite tratar muchos tumores porque es una técnica que se hace muy rápido. Puedes visitar a muchos pacientes en poco tiempo.
¿Es consciente la sociedad de que se debe prevenir contra el sol?
Sí. Te puedo decir que yo recibo muchos estudiantes del exterior y les llama mucho la atención la cantidad de gente que viene a verse los lunares. También hay campañas para favorecer la prevención, como el día del Euromelanoma. En líneas generales la gente sí está al tanto porque han sido años y años explicando que no se debe tomar el sol en determinadas horas. Yo creo que el mensaje sí está llegando.
¿Cómo se puede prevenir?
En verano evitando ir a la playa las horas más fuertes de sol. En invierno, es importante protegerse la cara y las orejas, donde es frecuente el carcinoma. Y los hombres calvos deben ponerse una gorra. En el Pius para este tipo de tratamiento hacemos terapia fotodinámica que consiste en poner cremas que penetran en la piel y luego se aplica una luz que convierte esas cremas en sustancias que destruyen células premalignas y malignas. El Pius es un centro pionero, hace muchísima terapia fotodinámica.
¿En qué casos se utiliza esta terapia?
Se puede usar en carcinomas que no son profundos, basoscelulares superficiales. Cuando se trata de daño premaligno no se aplica quimioterapia. Se formula en cremas.
Entonces ya existe un tratamiento específico.
Sí. Al final siempre tienes que personalizar.
¿En qué trabaja actualmente?
Estoy en el proceso de publicar muchos de los trabajos que hemos hecho porque como tenemos tanto cáncer de piel estamos analizando qué ha funcionado mejor en nuestros pacientes para que tengan mejores años de vida.
