El operador low-cost Ouigo celebra su segundo aniversario ofreciendo sus servicios en la línea Madrid-Zaragoza-Tarragona-Barcelona, un periodo de tiempo en el que casi ha transportado a cinco millones de usuarios en este corredor.
¿Qué valoración hace de estos primeros dos años?
Empezar cualquier línea no es fácil, a pesar de que existía muchísima demanda por parte de la gente que necesitaba una opción de transporte más económica, que permitiese dar más servicio a los ciudadanos. Desde el primer momento hemos tenido unas tasas de ocupación muy interesantes, por encima del 95%, y luego con la llegada de más competencia ha costado más mantener estos índices, pero es lo que teníamos previsto. Empezar siempre significa unos desafíos y más en una línea en la que los cánones que nosotros pagamos por utilizar los vías son muy elevados. Porque es la línea que más cuesta y que ahora con la entrada de aún más competencia los costes han bajado, y nosotros encantados de repercutir esto, pero claro los costes no han bajado de la misma manera y estamos con más problemas a la hora de asumir lo que representa.
Camp de Tarragona se incorporaba más tarde en el servicio, ¿qué ha supuesto?
Ha sido un éxito porque hasta que nosotros no llegamos no se contemplaba como una parada verdaderamente interesante, porque a priori está entre Tarragona y Reus, y no sirve a ninguno de los propios municipios de manera efectiva. Realmente vimos que la estación está en un punto neurálgico entre varias ciudades y creímos que con la bajada de precios iba a cambiar. Con nuestra llegada empezamos a ver que en cada parada teníamos de repente a 100 ó 150 personas que es algo que nunca se había visto en aquella parada. La estación misma ha tenido que readecuarse por el volumen de viajeros que llevábamos.
¿Ha superado las expectativas iniciales?
Está en la línea con las expectativas que teníamos. Nosotros solo tenemos billetes para ir a Zaragoza y Madrid. No existe por ejemplo el billete entre Camp de Tarragona y Barcelona, porque es una obligación de servicio público y por tanto no podemos operar, pero sí que está en línea con lo que sabíamos. Era una apuesta muy grande estar allí y se ha demostrado efectiva. Ouigo está en Camp de Tarragona para quedarse.
Hablaba de adecuar la infraestructura. ¿Cuáles son los puntos débiles de esta estación?
Lo que más ha costado ha sido la interconectividad. Camp de Tarragona ha tenido problemas con el parking y los accesos con transporte público, ya que los autobuses no estaban adecuados y no se correspondían con las salidas o llegadas de ningún tren. Cuando mueves un importante volumen de personas, el autobús debe ser una solución de transporte para los viajeros que lleguen, más cuando uno de los principales motores del territorio es el turismo. Los actores locales han actuado de forma eficiente y rápida, sin embargo, la infraestructura tarda un poco más porque no puede construirse de la noche a la mañana y cuesta más trabajo cambiarlo. Hemos luchado porque baje el precio del parking de la estación, porque a muchas personas les conviene y tiene un coste muy elevado. Es cuestión de reajustar y creo que hemos conseguido muy buenos resultados en este sentido.
No es una estación bien conectada.
Es una estación que no estaba bien conectada por la demanda que tenía, pero que hoy en día sí que puede decirse que lo está. ¿Hace falta mejorarlo? Sin lugar a dudas, pero a día de hoy considero que tiene un nivel de conexión correcto.
¿Hay voluntad de ampliar las frecuencias actuales?
Empezamos a operar en junio de 2021 en Camp de Tarragona, con dos operaciones al día, y lo que hicimos fue tener un refuerzo durante el verano y en días específicos en los que hay más demanda. Con la entrada del tercer operador, los surcos están más ocupados, por lo que no podemos pedir mucho más allá.
¿Qué perfil de usuarios están atrayendo?
Cambian a lo largo del tiempo. Este es un destino turístico con un polo de atracción muy grande como PortAventura, por lo que en verano estamos hablando principalmente de familias con niños. Nos encanta verlo porque en el alta velocidad nunca se habían visto niños. Durante el resto del año vemos muchos viajeros de negocios que necesitan conexiones para Madrid y Zaragoza. El gran empresario no es el principal público que utiliza Ouigo, lo es más el pequeño o mediano que mira más los costes de desplazamientos. Y es ahí donde nosotros hemos roto el paradigma del alta velocidad, para llevarla a todos los usuarios.
¿Hay pastel para tres operadores?
Sí que lo hay, pero se necesitan medidas que acompañen como que los costes bajen y que podamos repercutirlo en los precios. No hemos querido dejar de operar con las frecuencias que teníamos a pesar que ha habido momentos en los que no es rentable operar esta línea. No hemos dejarlo de hacerlo porque tenemos una visión a largo plazo y sabemos que somos un actor que es muy demandado por las personas, ya que hemos roto el paradigma del alta velocidad a precios caros y no podemos dejar de estar allí. Lo que tenemos que hacer es presionar para que haya una bajada de estos costes.
El Corredor del Mediterrani está en obras en el tramo Barcelona-Tarragona-València. ¿Optarán a esta línea?
Este es un caramelo para cualquier operador. Lo que siempre decís las personas que vivís en este arco, que no hay una conectividad correcta, es cierto y lo vemos. Aquí hay mercado para operar, ahora está en obras y hay que ver los resultados porque ahora mismo, con los trenes que nosotros tenemos, no podemos operar en el arco mediterráneo. Sería un tema a analizar, pero sin lugar a dudas existe un interés por parte de la compañía.