Los habitantes de los barrios marítimos se han organizado, a través de una nueva plataforma, para reclamar «hechos, y no palabras» por lo que califican como «inacción de las instituciones» ante los episodios de inundaciones en la zona.
«La Plataforma d’Afectats per les Inundacions als Barris Marítims nace fruto de la desesperación», destacó el presidente de la asociación, Jorge Lustres. «Hace años que, mediante nuestros medios, intentamos evitar que las aguas pluviales y fecales entren en pisos y garajes», añadió.
La plataforma empezó a gestarse después de las lluvias de Santa Tecla, por las que, según los vecinos, quedaron afectadas 28 comunidades. «En noviembre, tras tres horas de reunión con miembros del Ayuntamiento y técnicos de Ematsa, salimos con dos ideas claras: que tendríamos que autoprotegernos y que el colector de la calle Smith, de 40 centímetros de diámetro, es ineficaz». En febrero, se recogieron 571 firmas para informar sobre la nueva asociación.
«El agua que inunda las calles sale de las cloacas llena de ratas y de excrementos; algunos vecinos que viven en los bajos han visto que las aguas fecales salían por los váteres», denunció la tesorera de la plataforma, Rosa Maria Ibarz, quien pidió la renovación del alcantarillado: «En las escaleras de la calle de Castaños, el agua baja como una catarata».
El conseller de Serveis Centrals y presidente de Ematsa, Jordi Fortuny, quien hizo acto de presencia antes del anuncio, mantuvo el miércoles una reunión con los vecinos: «La mayoría de las actuaciones planteadas deberán acabarse en 2024, salvo unas pocas, que serán en 2025 y 2026», expresa.
TGN activó ayer el Pla d’Actuació Municipal por riesgo de inundaciones en fase de alerta
¿Qué solución se plantea?
Ayuntamiento, Ematsa y ACA están realizando un análisis técnico de la zona, a partir del cual «en los próximos años, se determinarán medidas que permitirán quintuplicar la capacidad de desguace», aseguran fuentes municipales.
El último pleno municipal aprobó las bases reguladoras de las subvenciones de medidas contra las inundaciones en la zona. Se destinarán 44.200 euros, con posibilidad de una ampliación. Para los vecinos, «es una cantidad insuficiente, ya que, en Santa Tecla, un solo vecindario tuvo unos gastos comunitarios de 14.745 euros; la decisión es electoralista».
Una de las primeras medidas que se tomó desde el consistorio fue la de las obras que duplicaron la capacidad de desguace de la red, una intervención coordinada con Ematsa y que se llevó a cabo en la estación de bombeo de la calle Barcelona: «Esto ha permitido que, durante tres de los cuatro casos de lluvias torrenciales, el sistema funcionara», indican desde el Ayuntamiento. Los vecinos, por su parte, dicen que «hay zonas en las que no se nota».
Las lluvias de Santa Tecla fueron los episodios que más problemas conllevaron. Según el consistorio, «el sistema no falló, pero, ante un episodio así, es imposible que, pese a las mejoras, se absorba tanta agua».
En los últimos años, han aumentado el número de seguros contratados. La plataforma expresa que las futuras medidas «podrían solucionar el problema», aunque expresan desconfianza en que vayan a hacerse realidad.