Unas 150 personas han participado en la cena popular del Ramadán organizada este miércoles al barrio de Sant Pere i Sant Pau de Tarragona. La iniciativa se enmarca en las actuaciones alrededor de esta celebración impulsadas por el Ayuntamiento para fomentar la convivencia.
Durante el iftar comunitario, o acto de ruptura del ayuno del Ramadán, los miembros de la Asociación Musulmana Assalam han hecho la última oración del día y han compartido los platos tradicionales del Marruecos, Argelia y Yemen entre los vecinos. “Nos sentimos muy acogidos, llevamos ya dos años establecidos aquí y no hemos tenido problemas con los vecinos”, ha expresado el vicepresidente de la Comunidad Islámica, Mounaim Boutahar, que confía que se pueda repetir la iniciativa anualmente.
La comunidad musulmana celebra hasta el 2 de mayo el Ramadán. Para compartir sus tradiciones y creencias, han organizado una comida popular en la plaza de la Sardana donde los vecinos han degustado los platos típicos y tradicionales de los países árabes. El acto ha arrancado con los parlamentos institucionales y ha seguido con el llamamiento de la oración y la plegaria de los hombres de la Comunidad Islámica Assalam. “El objetivo es compartir el día a día con los vecinos de Sant Pere i Sant Pau y fomentar la convivencia, la idea surgió hace dos años, pero con la pandemia no se había podido celebrar, espero que sea un acto anual”, ha dicho Boutahar.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Pere i Sant Pau, Luís Trinidad, ha explicado que los miembros de la comunidad musulmana han ido puerta a puerta para invitar a los vecinos a la cena. “Es una muestra más que pone de manifiesto su integración y hace cohesión, hemos probado su comida y está muy bueno”, ha destacado Trinidad.
A la vez, ha señalado que ya se ha superado “el ajetreo” surgido a raíz de la instalación de la mezquita al barrio. “Los que se pensaba que reuniría a muchísima gente, que no podrían aparcar, que harían ruido, todo esto no ha pasado, al contrario, los vecinos de la comunidad, donde está el centro de culto, están contentos con ellos”, ha opinado.
En este sentido, Boutahar ha afirmado que la mejor manera para crear espacios de convivencia y fomentar el respeto mutuo es participando en las ferias y actos que se organizan desde el barrio, así como erigirse como mediadores en casos de conflicto. “Estamos muy bien integrados, hemos participado anteriormente en la noche de religiones, hemos organizado una jornada de puertas abiertas del centro para los vecinos y estamos muy contentos con la asistencia”, ha señalado Boutahar.
La comunidad musulmana se cifra en 10.000 personas en la ciudad de Tarragona y al vecindario de Sant Pere i Sant Pau hay censadas unas 850, según datos del consistorio y de las asociaciones vecinales.
En la cena, también ha participado el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, que ha remarcado que la mezquita instalada en el barrio es un ejemplo “de éxito de la buena convivencia” entre la comunidad islámica y los vecinos. “Queremos una ciudad integradora, donde todo el mundo esté a gusto, donde todo el mundo tenga sus espacios, pero dónde también haya espacio compartidos”, ha subrayado.