Renfe empezará a operar mañana viernes la nueva ruta de AVE entre Madrid y la ciudad francesa de Marsella, la segunda que opera en solitario en el extranjero, que se suma a la conexión Barcelona-Lyon que inauguró hace justo dos semanas dentro de su estrategia de expansión al mercado francés.
Con la puesta en marcha de las dos conexiones, el operador ferroviario español avanza en su estrategia de expansión en solitario en Francia, con el objetivo de llegar a París (desde Barcelona) el próximo verano, coincidiendo con la celebración de los Juegos Olímpicos.
En este sentido, el presidente de Renfe, Raül Blanco, defendió hace unas cuántas semanas que la compañía española tenía “vocación de permanencia y de ser referencia en Francia”.
Los billetes para esta nueva línea de AVE se pusieron a la venta el 21 de junio pasado, junto con los de la conexión Barcelona-Lyon, con dos precios de lanzamiento: 19 euros para viajar desde Montpellier o Narbona hasta Barcelona, Zaragoza o Madrid, y otro, de 29 euros, para la ruta completa, la conexión desde Marsella y Lyon con España.
En una primera fase, las conexiones con Francia serán 16 por semana, y solo entre semana; una cifra que aumentará hasta las 28 en septiembre, cuando también se ofrecerá el servicio los fines de semana. A partir de octubre se ofrecerán casi 10.000 plazas semanales.
Desde entonces, la compañía ha vendido 70.000 billetes para estas rutas, de los cuales más de la mitad, unos 40.000, para la ruta en Marsella que empieza mañana, viernes.
Los tiempos de viaje son de 8 horas desde Madrid, media hora menos desde Guadalajara, 6 horas y 40 minutos desde Zaragoza y 5 horas y 44 minutos desde Tarragona.
La ruta Madrid-Marsella suma, además, a los servicios AVE dos nuevos destinos en Francia: las ciudades de Aviñón y Aix-en-Provence.
Renfe también tiene intención de operar otras líneas transfronterizas que unirían Catalunya (Barcelona, Girona y Figueres) con la región francesa de Occitania (Perpiñán con extensión hasta Tolosa y parada intermedia a Carcassonne).
En el lado occidental, planea conectar San Sebastián con Hendaya y Bayona, creando rutas entre el País Vasco y la región francesa de Nueva Aquitania.
Hasta finales del 2022 Renfe explotaba con Elipsos, una sociedad conjunta con la ferroviaria pública francesa SNCF, las tres líneas de alta velocidad entre los dos países: Barcelona-París, Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella.
SNCF decidió, de manera unilateral, romper la sociedad conjunta; abandonó los corredores Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella, alegando su falta de rentabilidad, y empezó a prestar el servicio entre Barcelona y París en solitario desde el 11 de diciembre del 2022.
Después de estos movimientos, y una vez conseguidos los permisos y acreditaciones oportunos de las autoridades francesas, además de la formación del personal, Renfe empieza a operar sus AVE en un país más restrictivo que España para los operadores extranjeros.
Para desarrollar el negocio internacional de la compañía a través del acceso a nuevos mercados y gestionar aquellos proyectos fuera de España que Renfe ya tiene en fase de implementación, recientemente se ha constituido la sociedad Renfe Proyectos Internacionales.