El Juzgado de Instrucción 2 de Tarragona abrió diligencias a raíz de una petición de la Fiscalía de Tarragona –a solicitud del Departamento de Justicia de los EEUU– para registrar el buque Crescent, atracado en el puerto de Tarragona y propiedad del oligarca ruso Igor Ivanovich Sechin, amigo de Putin.
Y así se hizo el 12 de junio del año pasado. La representación del barco y su armador presentaron un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Tarragona. Solicitaban la nulidad de todas la actuaciones realizadas. Los magistrados la han rechazado.
El Crescent es un superyate con bandera de las Islas Caimán, de 135 metros de eslora y 21 de manga. Llegó al puerto de Tarragona el 2 de noviembre de 2021 procedente de Cagliari (Italia). Su propietario es Igor Ivanovich Sechin, confidente y amigo íntimo de Vladimir Putin.
Justicia de los EEUU
La Oficina de Asuntos Internacionales División Penal del Departamento de Justicia de los EEUU pretendía investigar un delito de blanqueo de capitales y fraude bancario y electrónico en relación a dicho yate. Y es que Sechin es un habitual testaferro del presidente ruso en sus negocios, propiedades y sociedades en el extranjero.
La solicitud de las autoridades norteamericanas también incluía una petición de entrada y registro en el buque para la ocupación de elementos informáticos, terminales de telecomunicaciones, correspondencia, etc.
Obtener información
La Fiscalía informó favorablemente a la petición de los EEUU porque no existía una medida menos gravosa para obtener información sobre la financiación, origen, destinos de los montantes dinerarios e identidad real de las personas y sociedad que son remitentes y beneficiarios de estos flujos económicos y su cuantía.
Y se pedía que se declarasen secretas las actuaciones y se mantuviese la debida reserva «no solo evidente por tratarse de un tema delicado sino también por solicitud expresa de la autoridad requiriente».
El 12 de junio se registró el yate y el 6 de julio, el juez instructor acordó la entrega a las autoridades de los Estados Unidos toda la documentación y todo lo incautado.
La actuación judicial y policial no sentó nada bien al armador del yate, que presentó un recurso de apelación contra todas las decisiones clave tomadas por el Juzgado de Instrucción. La Audiencia recuerda que no era el inicio de una investigación sino que solo se hizo para cumplimentar una petición concreta de las autoridades americanas.
Pero, ¿quién es Igor Sechin?
Igor Sechin es director ejecutivo de Rosneft, empresa petrolera estatal rusa y uno de los mayores productores mundiales de crudo. Es uno de los asesores más cercanos y de mayor confianza de Vladímir Putin, además de su amigo personal. Ha estado en contacto diario con el presidente de Rusia. Se considera que es uno de los miembros más poderosos de la élite política rusa.
Sechin es uno de los miembros más poderosos de la élite política rusa
Sus vínculos con Vladímir Putin son prolongados y profundos. Trabajó con el presidente en la alcaldía de San Petersburgo en los años 90 y ha demostrado su lealtad desde entonces.
En 1999, Sechin pasó a ser jefe adjunto del gabinete de Vladímir Putin; en 2008, viceprimer ministro; y en 2012, director ejecutivo de Rosneft.
Es uno de los oligarcas rusos que trabaja en colaboración con el Estado ruso.
Se encuentra entre las personas del círculo de Putin que reciben beneficios económicos y encargos importantes a cambio de subordinación y lealtad. El presidente le ha encomendado cometidos importantes y difíciles, y lo ha premiado con la dirección de Rosneft y una gran riqueza.
Los viñedos de Putin
Con Igor Sechin, Rosneft participó en la financiación de los viñedos del complejo palatino cercano a Gelendzhik, que se considera que utiliza personalmente el presidente Putin.
Por lo tanto, prestó activamente apoyo material o financiero a los políticos rusos responsables de la anexión de Crimea y de la desestabilización del este de Ucrania, y se benefició de ellos.
Además, Rosneft Aero, filial de Rosneft de la cual es CEO, suministra carburante para reactores al aeropuerto de Simferópol, que ofrece conexiones aéreas entre los territorios ilegalmente anexionados de Crimea y Sebastopol y Rusia.
Por lo tanto, apoya la consolidación de la anexión ilegal de la península de Crimea a la Federación de Rusia, lo que a su vez menoscaba aún más la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania.