En la demarcación de Tarragona se cometieron 56.109 hechos delictivos en 2022. Esto representa un 8,5% más respecto al año anterior. Este es uno de los principales datos de la memoria judicial anual presentada este viernes. En la presentación, el presidente de la Audiencia Provincial, Joan Perarnau, también destacó que los delitos contra la libertad sexual se duplicaron y cifraron en 446, lo que supone un incremento de un 17%. Asimismo, explicó que se mantiene la problemática de las plantaciones de cannabis, con 180.748 plantas y catorce toneladas de hachís decomisadas. «Cada vez más, notamos la implantación de los directivos de los grupos criminales, ya no vienen a realizar visitas puntuales, sino que tenemos un incremento de su presencia», ha dicho Perarnau.
El presidente de la Audiencia de Tarragona ha subrayado que hubo nueve homicidios –ocho resueltos– en el 2022, y 44 tentativas de homicidio, de las que 42 se resolvieron. Según recoge la memoria judicial, uno de cada tres delitos graves se resuelven, mientras que los delitos contra el patrimonio presentan menor resolución, con un 16%. De hecho, son los más numerosos delitos, representan el 77% del total. «De estos 56.109 hechos delictivos, 43.300 son contra el patrimonio, es con diferencia el delito más habitual y se ha incrementado un 20% respecto a 2021», especificó Perarnau.
Contra la libertad sexual
En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, Perarnau también ha señalado que se han duplicado y que han crecido en un 17 por ciento respecto a 2021. «Son unos delitos con una resolución altísima, el 87 por ciento se resuelven», ha puntualizado. Asimismo, el responsable del órgano judicial ha actualizado las sentencias revisadas a raíz de la nueva ley de «sólo sí es sí» en la demarcación tarraconense.
En concreto, la Sección Segunda ha revisado 41 causas, de las que diez se ha estimado reducir la pena. En cambio, se han desestimado rebajar las condenas de prisión en 27 casos y cuatro están pendientes de revisión, en cuanto a la Sección Cuarta se han revisado dieciocho causas.
Dos han supuesto la excarcelación de los condenados y en tres sentencias no se ha modificado la condena, también existe un caso pendiente de resolución.
El tráfico de marihuana, continúa
En paralelo, continúa la problemática de las plantaciones de cannabis, con 180.748 plantas y 14 toneladas de hachís decomisadas. «No se incrementan los hechos delictivos, el problema es que no descienden», ha lamentado Perarnau. Para él, uno de los principales problemas es el incremento de uso de armas de fuego por parte de los grupos criminales y sobre todo que sus directivos se están implantando en el territorio.
«Ahora tenemos mayor implantación de los jefes criminales, sobre todo en Barcelona, no tantos en Tarragona, pero se detecta que bajan a negociar nuevos cultivos y nuevos movimientos; aquí consideran que tienen una situación de mayor seguridad», ha remarcado.
Regreso a la normalidad tras la pandemia
Según Perarnau, la actividad judicial recuperó la normalidad el pasado año tras la superación de la pandemia. Esto ha supuesto que los juzgados y tribunales hayan tenido un notable incremento en la entrada de asuntos civiles, aproximadamente un 25% más, así como de mercantiles.
Sin embargo, dice, los penaltis y laborales no han aumentado demasiado. En cuanto a los asuntos contencioso-administrativos han descendido al igual que los de familia. En concreto, la materia penal representa prácticamente la mitad de todos los asuntos judiciales entrados, la civil son el 43%, la social el 6% y la contencioso-administrativa el 2%.
A su vez, Perarnau ha señalado que la mayor parte de los órganos judiciales de la demarcación continúan «tensados», porque la entrada de asuntos es mayor de la legalmente prevista y asumible.
De hecho, la Audiencia presenta un retraso de hasta tres años en los enjuiciamientos penales y de año y medio en los de civil. Así, partidos judiciales como el de Valls y El Vendrell registran retrasos «hasta unos límites insoportables», según Perarnau. Unos retrasos que también afectan a la mayor parte de los juzgados de Tarragona y Reus.
Uno de los motivos que perpetúa estos retrasos es la «histórica» movilidad de la plantilla, con numerosos traslados y excedencias, que no contribuyen a dar la estabilidad necesaria. Según recoge la memoria, se han realizado más de 70 llamadas a jueces sustitutos y magistrados suplentes durante el año.
Así, los quince nuevos jueces procedentes de la Escuela Judicial, que se incorporaron en diciembre de 2021, paliaron, en cierto modo, la desertización «endémica» de magistrados que sufre esta demarcación. «Hoy en día sólo quedan dos de los quince que llegaron», lamentó el presidente provincial.
Asimismo, ha dicho que trabajan los diecisiete jueces de la bolsa de sustitutos, que ya ha quedado vacía. «Ahora, hacemos trabajar a los jueces sustituidos que están en la bolsa de Catalunya, al menos tenemos todos los juzgados cubiertos, algo que en los años de pandemia no ocurrió, entonces teníamos juzgados sin jueces titulares ni sustituidos», ha añadido. Si viene la carencia de personal es una de las problemáticas en general en los juzgados, Perarnau ha recordado la situación de la Sección Segunda, ya que desde hace tiempo tiene cuatro de los cinco magistrados de baja.
Actualmente, se ha reforzado la sección con un magistrado suplente y con una juez procedente del penal de Reus y otra magistrada de El Vendrell, las cuales han venido en comisión de servicio. «Ni siquiera hemos podido completar los cinco magistrados de la plantilla orgánica, el funcionamiento es caótico», espetó.