El Ayuntamiento de Tarragona alarga las autorizaciones especiales para las terrazas temporales y las ampliaciones de las mismas, durante el primer trimestre de este año. La medida es vigente desde marzo de 2020, cuando llegó la pandemia y se instauraron las primeras restricciones en el sector. Viendo que la situación de la Covid-19 no mejora, la concejala de Domini Públic, Cinta Pastó, firmó ayer un decreto anunciando la prórroga de estos permisos. La única excepción es la de los bares ubicados en las calles del entorno de la Illa Corsini. El motivo es que, en cuestión de dos semanas, empezarán las obras de peatonalización de la calle Canyellas. Por otro lado, desde el pasado 1 de enero, los bares y restaurantes con terraza ya pagan la tasa de ocupación de la vía pública, tras 20 meses de exención.
Esta fue una medida que el Ayuntamiento de Tarragona llevó a cabo con el objetivo de minimizar los efectos de las restricciones de la Covid-19, y que ha costado cerca de 800.000 euros a las arcas públicas. «Ahora recuperamos la tasa, cobrando solamente la parte que la terraza ocuparía habitualmente y no los metros de ampliación», explica la concejala. Y es que, otra de las medidas que tomó el Consistorio fue permitir que bares y restaurantes ampliarán sus terrazas, doblando el espacio, para garantizar la distancia entre mesas.
«Somos conscientes que estamos pasando por un momento complicado para todo el mundo, y que la hostelería, siendo un sector muy afectado, ha podido mantener su actividad y la previsión es que continúe haciéndolo», explica Pastó. Añade que «desde el Ayuntamiento seguiremos dando nuestro apoyo al sector el tiempo que sea necesario, pero entendemos que también debe contribuir con la aportación de tasas a la recuperación general».
Desde la Associació d’Hostaleria de Tarragona, su presidente, Javier Escribano, ve «normal» que el Ayuntamiento vuelva a cobrar la tasa «ya que, por el momento, no hay restricciones en aquellos bares con terraza. No obstante, Escribano recuerda que las limitaciones sí que continúan en los establecimientos que no tienen terraza –con un aforo interior reducido al 50%–. En este caso, el presidente de la asociación asegura que «buscaremos alguna línea de ayudas municipales para minimizar las consecuencias. Sabemos que es complicado, pero lo intentaremos».
La prórroga
Por otro lado, la concejala firmó ayer un decreto que permite prorrogar las autorizaciones para las terrazas temporales y las que se han ampliado a raíz de la pandemia. De momento, la prórroga es hasta marzo de 2022, exceptuando los bares y restaurantes del entorno de la Illa Corsini. La medida afecta a los establecimientos de las calles Soler, Reding, Fortuny y Governador González, que deberán desmontar sus terrazas el día 10 de enero. El motivo es el inicio de las obras de peatonalización de la calle Canyellas. Por el momento, se desconoce cuándo durará esta restricción.
La concejala abre la puerta a que las terrazas temporales que se crearon a raíz de la Covid puedan convertirse en permanentes. Para ello, el Ayuntamiento abrió un plazo para que los establecimientos interesados presentaran su propuesta. «Esto será así siempre que la terraza en cuestión no perjudique a la convivencia vecinal», añade Pastó, quien asegura que «todavía ahora se están presentado peticiones».