«Los abogados del turno de oficio reciben una retribución de vergüenza», denuncia Estela Martín, secretaria de la junta de gobierno del Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Tarragona. Lo explica delante del stand que el colegio ha colocado en la Rambla President Companys para informar a la ciudadanía a propósito del Día de la Justicia Gratuita, que se celebraba ayer viernes.
Actualmente existen en la demarcación 428 abogados (118 mujeres y 240 hombres) que, voluntariamente, dan servicio en el turno de oficio. El año pasado atendieron 16.712 peticiones de ciudadanos.
Lo primero que desmitfica Martín es la concepción de que el abogado de oficio es alguien joven que está en el turno para adquirir experiencia y contactos. En este sentido, recuerda que para prestar este servicio hay que realizar un máster y tener, al menos, tres años de ejercicio. Así pues, la edad media de quienes se dedican a esta labor en Tarragona es de 46 años. El abogado más joven tiene 28 años y el mayor, 72.
A propósito del día de la Justicia Gratuita, una de las principales reivindicaciones del colectivo es contar con unas remuneraciones justas, ya que la ley que estipula lo que cobran no se modifica desde el año 1996.
Por debajo del salario mínimo
Uno de los ejemplos que pone Martín para explicar las situación es que «un abogado que lleve un expediente durante un año obtiene una media de 150 euros brutos, y debe asumir todos los gastos que supone el expediente».
Se calcula, además, que un abogado que se dedica al turno de oficio recibe, de media, 8.976 euros anuales. «Estamos hablando de unas cantidades por debajo del salario mínimo», señala.
Maite Jiménez, de la comisión del Turno de Oficio del colegio, agrega que hay muchos procesos que los abogados realizan gratuitamente para asegurarse de que un caso prospere y recuerda, por ejemplo, que cuando están de guardia deben estar disponibles, pero solo cobran en el caso de que realicen una asistencia.
Ambas insisten en que los abogados que se apuntan en el turno de oficio lo hacen de forma voluntaria, por compromiso social, por lo que lamentan que sobrevivan muchos prejuicios y suspicacias sobre el trabajo que realizan.
Jiménez, por ejemplo, que combina su trabajo particular con el turno de oficio, señala que alguna vez ha tenido clientes en su despacho que vienen buscando una opinión porque el abogado que tienen es de justicia gratuita. «Yo les explico que yo también soy abogada de oficio, así que podría haberles tocado perfectamente si lo hubieran solicitado... Los abogados de oficio podemos estar mal pagados, pero nuestra responsabilidad es total».
Quién tiene acceso
Para saber si un ciudadano tiene derecho a la justicia gratuita se recurre a un indicador de ingresos denominado IPREM (indicador público de renta de efectos múltiples). En los juzgados de Tarragona, El Vendrell y Valls existe un servicio gratuito de asesoría en el que cualquier ciudadano puede pedir información sobre si le corresponde un abogado de oficio y cómo solicitarlo.