Tres categorías sirven para etiquetar el calor extremo que azota por las noches, según la nomenclatura establecida en los últimos años. La más común es la noche tropical. «Corresponde a una temperatura mínima igual o superior a 20ºC. Son habituales en verano», explica Aleix Serra, jefe del equipo de control de calidad de datos del Servei Meteorològic de Catalunya. Entre el 1 de junio y el 23 de agosto, Tarragona capital ha registrado 64, el 77%, casi ocho de cada diez, en el periodo estival.
Este tipo de madrugadas que apenas dejan conciliar el sueño proliferan prácticamente en todas las estaciones meteorológicas automáticas de la red en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre. «Las nomenclaturas no son oficiales pero se extienden y hemos visto que las tropicales se han quedado cortas», indica Ramón Pascual, meteorólogo de la AEMET.
Peor cerca de la costa
El siguiente concepto es la llamada noche tórrida, con una temperatura mínima igual o superior a 25ºC. «Cada año tenemos algunas cerca de la costa, en algunos sectores del prelitoral y muy puntualmente en el interior», indica Aleix Serra.
Ya el año pasado fue muy prolífico en las noches tropicales, pero en este está siendo el turno de las tórridas, que se han triplicado. Del 1 de junio al 31 de agosto de 2022 hubo 27 noches tórridas registradas en los 41 observatorios de la provincia. Este año, solo hasta el día 23, este pasado miércoles, la cifra ya se eleva a las 88.
En 2020 solo hubo nueve en ese mismo periodo y en 2021 cuatro. En Tarragona capital, por ejemplo, de cuatro noches de este tipo se ha pasado a 11. Puntos como Alcanar, Els Alfacs, Vinebre, Torredembarra o Benissanet son los que más veladas de esta índole acumulan en este 2023.
Pero hay una tercera y última catalogación acuñada, todavía inédita, pero que se empleará en el futuro a raíz de este incremento previsto de las temperaturas. En catalán se llama ‘nit roent’ y en castellano se ha bautizado como noche infernal. «Corresponde a una temperatura mínima igual o superior a 30ºC. Este fenómeno es todavía muy excepcional en Catalunya y en la provincia de Tarragona aún no lo hemos observado», añade Serra.
Ninguna de las estaciones tarraconenses ha alcanzado por el momento ese umbral de los 30 grados nocturnos pero será cuestión de tiempo que lo hagan. «Todavía es algo poco común, pero es posible que en esta ola de calor, en algún barrio de la ciudad de Barcelona, se alcance, debido al efecto de isla de calor urbana», indica Ramón Pascual, desde la Agencia Estatal de Meteorología.