Tienen un grito característico y un color verde brillante que hace fácil distinguirlas de otras aves. Son las cotorras argentinas y cada vez es más frecuente verlas en diferentes puntos de la ciudad; desde el Parc Francolí hasta la Part Alta.
Su presencia en Tarragona no es, ni de lejos, como la que hay en ciudades como Barcelona donde ya están por todas partes, pero verlas aquí ya no se hace extraordinario. De hecho el contrato para el control de plagas que ha sacado a licitación el Ayuntamiento de Tarragona esta semana ya contempla la eliminación de los nidos de esta especie entre los trabajos que deberá acometer la empresa que gane el concurso.
Raül Aymí, responsable de la oficina de anillamiento del Institut Català d’Ornitologia, ICO, explica que, igual que en Tarragona; en Barcelona la primera en llegar fue la cotorra argentina, pero luego han venido más especies de cotorras. Ya se han identificado otras seis.
Igual que aquí, al principio eran ariscas y solo se veían volando o en las copas de los árboles, pero con los años han ido acercándose cada vez más a los humanos; bajando al suelo y mezclándose con palomas y gaviotas. «Y ahora hasta te quitan la comida de la mano», apunta.
Muy inteligentes
Se trata, señala el experto, de un «fenómeno cultual», es decir, una conducta que han ido aprendiendo. Esto se suma a la circunstancia de que muchas ya han nacido en las ciudades. «Son animales muy inteligentes», apunta.
Es un proceso similar al de las gaviotas urbanas. Aymí ha participado en un proyecto de seguimiento en Barcelona en el que se ha podido estudiar todo el circuito que hacen durante el día. Así se sabe, por ejemplo, que las gaviotas que van a alimentarse a las escuelas saben cuál es la hora del patio para ir a comer las sobras de las meriendas, y no van los fines de semana cuando no hay clases.
La cotorra argentina es originaria de Sudamérica (no solo de Argentina) y las primeras se introdujeron como mascotas. En algunos casos fueron liberadas por sus dueños y en otros se escaparon. A partir de allí se adaptaron bien a la temperatura y el hábitat. «Fuimos nosotros (los humanos) quienes las trajimos», recuerda Aymí.
En España las cotorras argentinas figuran en el listado de especies invasoras. Aunque falta más evidencia científica, los principales riesgos de la proliferación serían para la agricultura y para las aves locales que tendrían que competir por los mismos recursos.
Para los vecinos, más allá del ruido y la sociedad que provocan, el riesgo más importante son los enormes nidos que construyen. Aymí explica que su gran tamaño se debe a que las cotorras hacen nidos comunitarios conectados por galerías. Los construyen con ramas cortadas de los árboles de la zona y el peligro es que se caigan en zonas muy transitadas.
Más que plagas
Aymí anima, no obstante, a mirar más allá de las aves que son consideradas plagas, como las palomas o las gaviotas, cuya presencia en las ciudades crece impulsada por la disponibilidad de alimentos.
El reconocimiento de las aves es algo que, como sociedad, hemos ido perdiendo a medida que nos hemos ido olvidando de la naturaleza, pero explica que en cualquier parque de la ciudad basta con contar con unos prismáticos y una guía para observar en un momento hasta cinco especies de aves diferentes, incluidas rapaces. Las especies, además, van variando durante el año (ahora mismo se pueden observar varios tipos de gaviotas distintas de las que ya viven en la ciudad). «No nos damos cuenta de que estamos conviviendo con especies de animales muy diversos», apunta el ornitólogo.
Las aves son, además, un «centinela de la salud» del medio ambiente porque. «El día que veamos que no hay aves en parques y jardines es que algo va muy mal».
Una buena oportunidad para conocer las aves que hay en Tarragona es participar en la jornada de anillamiento que se realizará este domingo en el Parc del Francolí. La actividad es gratuita.
En Barcelona, como en Tarragona, comenzaron siendo ariscas y ya se mezclan con las palomas
El Parc del Francolí acoge este domingo a las 9 h. una jornada divulgativa de anillamiento de aves. La cita, abierta a toda la ciudadanía, es organizada por el Institut Català d’Ornitologia y la conselleria de Medi Ambient del Ayuntamiento de Tarragona. Durante la actividad se explicará qué es el anillamiento, como se lleva a cabo, para que sirve y las técnicas básicas de identificación, manipulación y toma de datos biométricos. El pasado mes de noviembre ya hubo otra jornada de anillamiento y se prevé que se lleven a cabo otras más hasta junio de 2025. Una vez hechas todas las sesiones, se valorarán los resultados . Más información e inscripciones de la actividad gratuita en el correo ico@ornitologia.org.
