Las obras de rehabilitación de la cubierta de la nave central de la catedral de Tarragona no empezarán, al menos, hasta 2025. Así lo ha afirmado el arquitecto encargado del proyecto, Antoni Maltas, quien ha detallado que se prevé que el actuación se alargue durante un año y esté terminada en el 2026.
Desde el Capítulo ya han presentado el proyecto al MITMA, del que esperan recibir una subvención del 65% del coste, que sube hasta el 1,5 millones. Maltas lo ha dicho coincidiendo con la finalización de las obras «de urgencia» que se han hecho en la vertiente sureste de la cubierta central.
En septiembre del 2022 se desprendieron parte de las tejas, que taparon los agujeros de desagüe y provocaron que el agua de las lluvias se filtrara por las ventanas del templo.
A pesar de la urgencia de las obras, Maltas ha asegurado que no existe «ningún peligro en la estructura del monumento».
La actuación, según el arquitecto, ha servido para «estar más tranquilos» y evitar posibles acumulaciones y filtraciones de agua, así como el traspaso de humedades hacia el interior de la nave.
De hecho, el desprendimiento del tejado se ha producido en la zona sureste del templo -la que da al mar- y, por tanto, la más húmeda. «Es la banda que soporta una mayor agresión», ha argumentado.
Para Maltas, el sol y alguno de los materiales “en posible mal estado” utilizados en la restauración de la cubierta en 2007 también podrían haber acelerado el desprendimiento.
De hecho, el proyecto integral, que se prevé iniciar en 2025 en la nave central, contempla la sustitución de los materiales utilizados hace, prácticamente, dos décadas por materiales tradicionales.
«Haremos lo mismo que en 2007, pero sin utilizar materiales plásticos y optando por otros más sostenibles», ha detallado Maltas, quien ha lamentado que «antes no se tenía esta conciencia». El arquitecto también ha asegurado que las obras no afectarán a la actividad habitual del templo.
Antes de poder iniciar estos trabajos de restauración, el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) debe aceptar el proyecto y asegurarles la financiación de un 65% del coste total.
El otro 35% correrá a cargo del Capítulo de la Catedral de Tarragona, quien ya está contactando con otras administraciones para que subvencionen parte de la actuación.