La peatonalización del primer tramo de la Rambla Nova no comportará que el entorno del Balcó del Mediterrani tenga más terrazas. Así lo aseguraron este pasado miércoles a los vecinos el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, y la primera teniente de alcalde, Montse Adan, durante la reunión que mantuvieron en la Plaça de la Font con varios residentes del centro neurálgico de la ciudad que hace pocas semanas presentaron 400 firmas contra el cierre a los coches.
«El encuentro fue muy constructivo. Somos conscientes de que no hay un consenso total con la apuesta del Ayuntamiento por peatonalizar este tramo. Por esto, creemos que debemos trabajar de manera conjunta en una Taula de Seguiment con estos vecinos y la Associació de Veïns Tarragona Centre», indica al Diari Montse Adan, quien no descarta incorporar en estos encuentros al sector hostelero y comercial.
Desde el ejecutivo municipal se reitera que la voluntad de la administración local es la de «cuidar de forma especial toda esa zona», esto sí, sin incrementar la superficie de las terrazas. «Sabemos que una de las preocupaciones de los vecinos es que se amplíen, pero deben estar tranquilos: ocuparán el mismo espacio que ahora, pero se redistribuirán», afirma Adan, quien afirma que, de hecho, la nueva ordenanza de las terrazas será uno de los puntos que lo impedirán.
«Mejorar los accesos»
Desde el pasado 29 de noviembre, los 215 metros que van desde el Balcó del Mediterrani hasta las calles Adrià y Sant Agustí están cerrados a la circulación, en un bloqueo a los vehículos que llega a unos 7.500 metros cuadrados de superficie. Esto comporta que la zona que está libre de coches, motos y furgonetas vaya desde el Passeig de les Palmeres hasta prácticamente la zona peatonal del centro.
«Queremos que el Passeig de les Palmeres sea un punto de conexión del patrimonio con el tejido comercial. Por esto apostamos por la peatonalización, siempre escuchando a los vecinos, los comercios y a los restauradores», detalla la primera teniente de alcalde, quien reconoce que, 77 días después del cierre, el Ayuntamiento, «está trabajando para definir cómo será este espacio», citando que, durante la tramitación, «habrá un concurso de proyectos» y se «trabajará para encontrar mejores soluciones a los accesos». Asimismo, lo que tiene claro Adan es que mientras se lleva a cabo todo el proceso hasta contar con el plan final, que comportará obras, «seguirá la prueba piloto».
«Pedimos revertir la prueba»
La delegación de los vecinos que se entrevistó con el gobierno municipal ha enviado este jueves un comunicado a los residentes de la Rambla. En el documento se indica que, durante el encuentro, «pedimos que mientras no haya un proyecto en firme se revierta la prueba piloto, pero nos han dicho que no».
«Pese a las diferencias, hemos podido constatar que el consistorio no tiene otro proyecto ni justificación que su programa electoral», afirman los vecinos en el escrito, que lamentan que «no se ha abordado ni las necesidades de los vecinos de la zona afectada, la conveniencia o no del cambio o los problemas que se podían generar con este intento». Empieza la negociación para definir la Rambla del futuro.
