La llegada de la Covid-19 ha tenido múltiples consecuencias en distintos ámbitos de nuestro día a día. Una de las más importantes es el aumento de las listas de espera en el sistema sanitario catalán. ¿Cuántos diagnósticos han quedado por hacer durante este último año? ¿Cuántas operaciones están pendientes? ¿Cuántos días tengo que esperar para que me visite un especialista? Estas son algunas de las preguntas claves para conocer el abasto de la tragedia que ha dejado la pandemia. Durante la primera ola, de marzo a junio, la mayoría de hospitales y centros sanitarios concentraron sus esfuerzos en la lucha contra la Covid-19, con alguna que otra excepción, como puede ser las operaciones o los tratamientos de cáncer. Desde el verano, la situación en los hospitales ha cambiado y, en la mayoría de casos, conviven los pacientes Covid-19 con los que sufren otras patologías. No obstante, las listas de espera siguen en aumento y los partidos políticos son conscientes de que éste es un punto clave en su campaña electoral. La salud, al fin y al cabo, es lo que más interesa y preocupa a los ciudadanos, a los posibles votantes.
Todo aquello que no era prioritario se ha aplazado y algunas patologías no han podido ser diagnósticas. En el mes de marzo, los hospitales se blindaron y los profesionales centraron sus esfuerzos para hacer frente a la pandemia. Fue entonces, cuando dejaron de llevarse a cabo controles rutinarios que, en mayor parte, consiguen diagnosticar ciertas dolencias. «La prueba de ello es que se han detectado menos cánceres que otros años. Si esto ha pasado en la medicina oncológica, imagínense en otro tipo de patologías menos graves», explica Tani Francesch, médica en el Hospital Joan XXIII de Tarragona y delegada sindical de Metges de Catalunya.
El confinamiento de la pasada primavera paralizó la actividad médica no urgente y, según los sindicatos, todavía no se han reprogramado las visitas a los especialistas, que fueron anuladas. Además, otra de las situaciones que denuncian los sindicatos es que la falta de atención presencial en los ambulatorios ha desviado un número importante de pacientes a los servicios de Urgencias de los hospitales.
A nivel quirúrgico, la cosa no cambia mucho. En un primer momento, los quirófanos quedaron prácticamente cerrados, y solo se operaba patologías de carácter urgente. La previsión era dotar de más recursos a los hospitales, para conseguir que la atención a los enfermos por Covid-19 no interfiriera al funcionamiento normal de un centro sanitario. La realidad no ha sido así y muchos quirófanos han sido reconvertidos en UCI para atender a pacientes críticos. Por lo tanto, la lista de espera para operaciones sigue en aumento constante. A modo de ejemplo, la unidad de Cirurgia Major Ambulatòria del Hospital Joan XXIII, que lleva a cabo intervenciones pequeñas que no requieren de ingreso hospitalario, ya cerró a principios de enero.
Para poder paliar un poco esta situación, desde el Departament de Salut se ha optado por desplazar a profesionales del Joan XXIII a otros hospitales y clínicas privadas de la región, como pueden ser la Clínica Monegal, el Centre MQ de Reus o el Activa Mútua. «Estas medidas salen carísimas a las arcas públicas, pero es la única manera de evitar que las listas de espera sigan creciendo a este ritmo», explica Francesch.
Por su lado, desde el sindicato CGT, el delegado sindical Ferran Mansergas asegura que el problema no es solo de falta de espacios. «Llevamos años reivindicando que es necesario más personal para poder deshinchar las listas de espera. Imaginaos ahora con una pandemia añadida», explica Mansergas. Por otro lado, el presidente del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona, Sergi Boada, pide que sean los mismos profesionales los encargados de liderar la gestión de las listas de espera. «Es el personal el que mejor conoce cuáles son los recursos necesarios para acelerar estas listas», opina Boada.
Catalunya, en segundo lugar
Hace tan solo unos días, se supo que Catalunya era la segunda comunidad con más retraso medio acumulado para una intervención quirúrgica y la primera en volumen de pacientes en lista de espera. Así lo recogen los datos de la memoria anual del Defensor del Paciente 2020, que sitúa la demora media en 223 días, solo por detrás de Castilla La Mancha, donde son 269.
El Diari ha preguntado a los candidatos a gobernar la Generalitat, cuáles son sus propuestas para poner fin a la listas de espera, tras más de un año inmersos en la pandemia. Aquí están sus respuestas.