Un vídeo que circula por las redes sociales muestra a centenares de personas, algunas sin mascarilla y sin guardar aparentemente la distancia de seguridad, en la Plaça de la Font. Las imágenes son del día 22, la víspera de Santa Tecla, y han desatado duras críticas sobre si se actuó con suficiente contundencia para evitar aglomeraciones en plena pandemia.
Consultados al respecto, desde el Ayuntamiento de Tarragona señalan que «se tiene constancia de que hubo presencia de ciudadanos en la Plaça de la Font, aunque no creemos que se pueda hablar de aglomeraciones pese a que pueda parecerlo en las imágenes. La noche del 22 hubo un dispositivo especial en la ciudad y creemos que, en términos generales, funcionó bastante bien».
El alcalde Pau Ricomà insiste en que «si uno se fija bien en las imágenes ve que se trata de grupos más o menos reducidos, pero no hubo tumultos», señala.
Desde el consistorio recuerdan que la noche de Santa Tecla se llevó a cabo un operativo que controlaba la afluencia de personas al Camp de Mart y la Part Alta. En el casco histórico el dispositivo incluía la presencia de la Guàrdia Urbana en la Plaça de la Font, las calles Cos del Bou, Portalet y Misericòrdia, así como en la plaça del Fòrum, la calle Santa Ana, la plaça del Rei y el Pla de la Seu.También contaron con efectivos de Protecció Civil.
Durante aquella noche la Guàrdia Urbana realizó 20 identificaciones de personas y se controló a dos vehículos. Finalmente se concretaron siete denuncias a ciudadanos, cinco por consumo de alcohol en la vía pública, una por consumo de sustancias estupefacientes y una por alteración del descanso vecinal.
En lo que se refiere a los establecimientos, se denunció a cuatro: tres por incumplir la hora de cierre y uno por venta de alcohol a menores de edad.
Ricomà: «Estamos contentos»
No obstante, este no es el primer vídeo que cuestiona si se ha conseguido evitar aglomeraciones durante estas fiestas. La semana pasada el vídeo que circuló fue el del concierto de Stay Homas en el Camp de Mart. En este sentido el alcalde insiste en que «el aforo era correcto, no se llegó a la mitad y la gente solo se puso de pie, en sus asientos, en dos o tres canciones. Las imágenes pueden llamar a engaño».
Ricomà dice estar satisfecho porque durante las fiestas, que acabaron ayer por la noche, no se han producido tumultos ni fiestas paralelas, «que era lo que nos obsesionaba». Por ello, dice, además del operativo policial, se decidió suprimir la interpretación del Amparito Roca, por temor a que se dieran concentraciones espontáneas. En este sentido, agradeció el trabajo de las entidades, que han hecho una labor de concienciación que calificó de «crucial».