«Las personas que acuden a las entidades sociales tienen una mochila cada vez más pesada; mochila de salud, de malestar emocional... Y la vemos en los dos extremos, tanto en los mayores como en los jóvenes», resume Francina Alsina, presidenta de la Taula d’entitats del Tercer Sector Social de Catalunya.
Lo explica durante la presentación del Baròmetro del Tercer Sector en la demarcación de Tarragona; una radiografía de las entidades que trabajan en el territorio. Esta es la primera vez que el diagnóstico consigue este nivel de detalle gracias al apoyo de la Diputación de Tarragona.
El primer dato a destacar es que las entidades sociales tarraconenses acompañaron el año pasado a 87.423 personas en situación de exclusión social o en riesgo de padecerla. El número de atenciones que realizaron llegó a 140.968 (una persona puede recibir más de una atención).
En total trabajan en la provincia 305 entidades (el 10% del total de Catalunya.) Las cinco poblaciones que cuentan con más organizaciones son Tarragona (22,4%), Reus (10,5%), Tortosa (6,6%), Valls (3,9%) y el Vendrell (3,6%).
La mayoría de las entidades de Tarragona son calificadas en el estudio como ‘micro’ es decir, tuvieron unos ingresos por debajo de los 150.000€ en un año; el 29,4% fueron pequeñas o medianas (de 150.000 a 5 millones de € de ingresos) y solo el 5,9% grandes (más de 5 millones de €).
El 63,4% del financiamiento de las entidades proviene de las administraciones públicas, el 20,9% de fuentes propias y el 15 6% de fuentes privadas. La deuda de la administración con las entidades afecta a una de cada tres, lo que genera «graves tensiones de tesorería», señala el estudio.
También llama la atención que las entidades tarraconenses tienen más tiempo de haberse constituido que la media catalana (dos de cada tres se han creado antes del año 2000) y además destacan por trabajar sobre todo en el ámbito municipal.
Vulnerabilidad con cara de mujer
Las entidades del tercer sector en Tarragona atienden principalmente a colectivos de mayores, infancia, personas con discapacidad y personas en situación de pobreza y exclusión social.
Lo que sí queda claro es que el perfil de las personas que reciben apoyo y acompañamiento está muy feminizado: el 66,3% de las atendidas en Tarragona son mujeres (en el conjunto de Catalunya son el 54%) el 33,6% son hombres y el 0,1% personas no-binarias. Por edades, el 34% de las personas atendidas son población adulta (de 30 a 64 años), un 28% son niños y adolescentes, un 27% son personas mayores y un 11% son jóvenes.
A esto hay que sumar, como explica el director de la Taula del Tercer Sector Social, Roger Civit que las personas que son atendidas en la demarcación presentan, en general, una situación más compleja que en el conjunto de Catalunya. Entre los atendidos en hay más porcentaje de títulos de familias monoparentales, de familias numerosas, más porcentaje de personas con discapacidad y de población ‘no activable’. Hay, además, un alto porcentaje de pensiones no contributivas y de expedientes de menores en riesgo.
Deterioro de la salud
Para la realización del estudio, además de encuestas, también se realizaron grupos de discusión con entidades y técnicos que ayudan a tener una idea más clara de la situación más allá de las estadísticas.
Una de las conclusiones es que después de la pandemia ha habido un incremento de las necesidades sociales que se traduce en más deterioro de las capacidades físicas y psicológicas de las personas; un aumento de las situaciones de soledad no deseada, así como aislamiento especialmente entre los mayores y de malestar emocional y psicológico entre los jóvenes y una acentuación de la brecha digital. También se ve un incremento de las dificultades para acceder a la vivienda, del fenómeno del ‘sinhogarismo’ y de las situaciones de pobreza infantil y juvenil, agraviadas con el incremento del IPC y del precio de la energía.
El barómetro recoge, además, que las organizaciones prevén un crecimiento de las problemáticas de salud mental y de personas en situación de vulnerabilidad económica.
Las entidades prevén un crecimiento de las problemáticas de salud mental
l del financiamiento de las entidades proviene de las administraciones públicas. El 32% señala que la administración tiene deuda con ellas.
l de las personas atendidas por las entidades son mujeres (en Catalunya son el 54%). Por edades, el 34% de las personas atendidas son adultos.
l entidades sociales trabajan en la demarcación de Tarragona (son el 10% de Catalunya). El año pasado realizaron 140.968 atenciones
