El Port de Tarragona inaugura la nueva terminal de cruceros, una infraestructura que quiere relanzar esta actividad en el territorio, con unas instalaciones de vanguardia, que facilitarán la operativa que hasta ahora se realizaba de forma provisional en una carpa. «La marca Tarragona adquiere una nueva dimensión con esta terminal», señaló el alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales.
La puesta de largo contó con una importante representación del tejido económico del Camp de Tarragona y especialmente del sector turístico, que confía en que las nuevas instalaciones supondrán «un revulsivo para el comercio y la restauración». Así lo afirmó el presidente del Patronat de Turisme de la Diputació, Carlos Brull, quien se mostró convencido de que la inauguración de estas instalaciones significan «un hito importante» que «contribuirán en la generación de actividad económica en la demarcación»
La terminal, que ha supuesto una inversión de 5,5 millones, está gestionada por la multinacional Global Ports Holding, quien contó con la presencia de su CEO y presidente, Mehmet Kutman. Este puso en valor «el inicio de un nuevo viaje» para el proyecto Tarragona Cruise Port. «No tan solo estamos abriendo un puerto, estamos abriendo puertas a nuevas posibilidades y a un futuro más brillante para todos», decía.
La compañía gestionará las instalaciones, ubicadas en el Moll de Balears, durante doce años, con una posibilidad de prórroga de otros seis años. Durante este periodo espera alcanzar la cifra de 250.000 cruceristas, lo que comportaría un crecimiento sustancial teniendo en cuenta que para este 2024 se prevé la llegada de unas 122.000 personas. Los representantes de 21 de las principales navieras del mundo estaban presentes en este acto de inauguración en el que el territorio quiso sacar pecho de haber construido un modelo «singular», con la sostenibilidad como uno de los principales ejes.
Al respecto, el presidente del Port de Tarragona, Saül Garreta, explicó que está a punto de licitarse un proyecto para que en 2026 este muelle cuente con un sistema de electrificación, que permita que puedan conectarse los barcos cuando estén atracados. Durante el acto se agradeció el trabajo realizado por los expresidentes Josep Andreu y Josep Cruset, que iniciaron la carrera para que el Port de Tarragona esté en el mapa de los cruceros.