Aparte de celebrar las Festa Major de Santa Tecla, la llegada del mes de septiembre es sinónimo de inicio de curso político en la Plaça de la Font. Después de un agosto de una relativa pausa alterada por los ahogamientos en la playa del Miracle, el nuevo alcalde –Rubén Viñuales (PSC)– da esta semana el pistoletazo de salida al que será su primer ejercicio como máximo mandatario de la Plaça de la Font, tras arrebatar la cargo a Pau Ricomà (ERC) en las elecciones municipales del pasado 28 de mayo.
Solo cuatro años después, los socialistas vuelven a liderar la nave municipal, y lo harán en solitario con un primer curso que empezará con intensidad desde el pitido inicial, con un primer gran examen que llegará pronto: el 18 de septiembre.
Ese día puede marcar parte de la suerte del mandato, ya que se sabrá si hay ofertas para renovar el mayor contrato municipal: el de la basura, de 23 millones anuales. En caso de que las haya, se desbloqueará al fin un proceso que lleva meses en el aire, con vistas a poder actualizar una concesión otorgada en el año 2003. Por lo contrario, si no las hay o se presentan recursos, se entrará en la dimensión desconocida. El tema se alargará sine die.
ERC quiere desencallar el POUM
De hecho, la limpieza y la seguridad serán dos de los ítems de los que más se hablará en el primer tramo del ejercicio. A finales de este mes está previsto que entre en funcionamiento la gran promesa electoral del PSC: el pam a pam.
«El mantenimiento de la vía pública es importantísimo, por esto lo primero que hicimos al entrar fue anunciar los dos nuevos colectores para evitar inundaciones en la Part Baixa, y ahora arrancaremos con el pam a pam», afirman fuentes del grupo municipal socialista, que también sitúan la seguridad entre las prioridades de la nueva etapa.
Por ello, en la reunión de este viernes con el President Pere Aragonès (ERC), Viñuales expondrá la voluntad por acelerar la comisaría conjunta entre Guàrdia Urbana y Mossos en Battestini, de forma que sirva para «un trabajo en equipo». El alcalde también pedirá al máximo responsable autonómico «más afectivos» del cuerpo de seguridad autonómico en Tarragona.
La limpieza también es una prioridad para ERC. «Debe tirarse adelante el nuevo contrato de la basura, la ciudad no puede seguir así de sucia», denuncia la portavoz republicana, Maria Roig, quien también exige al gobierno municipal «continuar con las políticas de vivienda, impulsando la compra y rehabilitación de edificios» para destinarlos a alquiler social «en Llevant, Ponent y Nord». El principal partido de la oposición también quiere «un Pla Especial para controlar los apartamentos turísticos» y «desencallar el POUM».
De igual forma que el partido del gobierno –el PSC–, PP y Junts también apuestan por empezar el curso haciendo un especial énfasis a la limpieza y la seguridad. «Queremos un plan de choque en la ciudad para dejarla a punto y velar por la ejecución de las promesas del ejecutivo municipal.
Además, debe mejorarse la iluminación y garantizar la seguridad en todos los barrios, así como luchar contra el incivismo que suponen, entre otros, las pintadas», se afirma desde el grupo popular, que añade: «seguimos pidiendo la policía de proximidad y la brigada de acción rápida en los 5 distritos: Nord, Centre, Part Baixa y Serrallo, Llevant y Ponent».
Desde Junts per Catalunya también se da una especial relevancia a la seguridad. «Hemos visto cómo el barrio del Port y Campclar, pero extendiéndolo también a toda Tarragona, sufren graves problemas de seguridad e incivismo, hasta el punto de llegar a un homicidio. Por lo tanto, seguiremos insistiendo en implementar una policía de proximidad con vigilancia constante en todas las zonas más críticas y seguir con la instalación de cámaras de seguridad, que generan un efecto disuasorio.
Creemos que debe apostar por ellas», indican. La formación soberanista también pone desde ya sobre la mesa uno de los temas que, sin lugar a dudas, generarán más polémica en octubre: los impuestos. «Debemos revisar las ordenanzas fiscales para dejar de ser de las tres capitales que pagamos más IBI de todo el Estado, debemos ser conscientes de que el Ayuntamiento no lo puede pagar todo y, por lo tanto, el gobierno debe trabajar para atraer inversión privada», añaden.
En este sentido, otro de los posibles aliados del ejecutivo, En Comú Podem, quiere «la creación de la nueva tasa de la basura y/o la inclusión de bonificaciones para familias vulnerables con una subvención municipal», a la vez que exige «un nuevo contrato de la basura».
El portavoz, Jordi Collado, también se marca el objetivo de «controlar de la externalización de los servicios», así como de trabajar para «la internalización de servicios municipales, como la grúa en 2024 o el Servei d’Atenció domiciliària (SAD) para 2025». A las puertas del inicio de curso, pues, las cartas ya están sobre la mesa. ¡Abran juego!