«La ley pone muchas trabas a los menores trans»

Dos personas del colectivo Gènere Lliure valoran positivamente la nueva norma pero creen que se queda corta en ciertos puntos

30 junio 2021 05:40 | Actualizado a 30 junio 2021 05:57
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El anteproyecto de la Ley Trans que aprobó ayer el Consejo de Ministros ha sido, sin duda, una buena noticia para el colectivo, aunque, lamentan, hay algunos aspectos en los que se ha quedado corta.

Hablamos con Miquel Blay y Kote García, miembros de la asociación tarraconense Gènere Lliure, que se dedica a la defensa de los derechos LGTBIQ+, con especial atención a las personas trans.

En opinión de los dos jóvenes la ley deja por fuera las necesidades de las personas trans en la infancia y la adolescencia. La ley dispone que los menores de 12 y 13 años necesitarán autorización judicial para cambiar su sexo en el Registro Civil, mientras que entre 14 y 16 años deberán estar asistidas por sus padres o representantes legales y, en caso de disputa, se nombrará a un defensor judicial. A partir de los 16 no hay más exigencias.

En su opinión con esto se sigue discriminando a los menores en una edad clave para definir su identidad y recuerdan que ahora a algunos se les ponen muchas trabas para obtener bloqueadores hormonales que retrasen la aparición de los caracteres sexuales. «Solo por ser menores se les pone en duda, cuando son decisiones muy meditadas. Tú no te despiertas un día diciendo soy trans», dice García.

Celebran, eso sí, el avance para las personas de más de 16 que solo necesitarán contar con su decisión, sin informes médicos ni dos años de hormonación.

Les satisface que la discusión que se ha dado en torno a la ley ha ayudado a visibilizar a un colectivo al que apenas se presta atención. En el caso de Tarragona ven como un logro la moción que se aprobó en el último pleno municipal (aunque no por unanimidad) para instar a tramitar la ley. En sus experiencias personales consideran que Tarragona es una ciudad «relativamente tranquila» para el colectivo trans, aunque consideran que queda mucho por hacer, especialmente en lo que atañe al empleo.

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