Las prisas no son buenas consejeras y las negociaciones con los sindicatos de Adif y Renfe para evitar la huelga por el traspaso de Rodalies han puesto de manifiesto que este es un tema mucho más complejo de lo que se preveía a nivel político, y que todavía queda mucha letra pequeña por concretar.
Esta ralentización en el cambio de titularidad ha sido la única fórmula para apaciguar las aguas con el personal ferroviario, teniendo en cuenta que se ha querido evitar a toda costa una huelga que perjudicara aún más a los usuarios.
Detrás de la defensa del colectivo no está tanto el tema económico, que también, sino que se mantenga la movilidad geográfica. Esta es una cuestión que si el traspaso se estuviera negociando con la Xunta de Galicia, seguramente no supondría un conflicto, pero aquí sí.
Galicia no tiene problemas de maquinistas. Catalunya sí. Igual que la Policía Nacional, la Guardia Civil o los examinadores de Tráfico, hay una falta de interés para acceder a las plazas públicas estatales, lo que supone que entre el 70 y el 80% del personal de Rodalies son maquinistas que vienen porque el único sitio en el que hay plazas es Catalunya.
El camino para obtener la titulación no es fácil. Las opciones son una escuela privada o directamente acceder a la Escola Tècnica Professional de Conducció i Operacions que Renfe tiene en L’Hospitalet de Llobregat. En la última convocatoria esta ofrecía 28 plazas, un número equiparable al de Sevilla o Valencia, con 24, y muy inferior al de Madrid, con 75.
El acceso es con una prueba y los candidatos deben haber cumplido los 20 años. Estos tienen que contar con al menos el Bachillerato. Los que superen esta fase accederán al curso previo pago de la matrícula que vale 21.200 euros.
La formación incluye 1.150 horas lectivas (de las cuales 250 horas serán de conducción en un simulador o como acompañante en cabina). A partir de ahí, los candidatos pueden presentarse al examen del Ministerio de Transportes para obtener la licencia.
Esto es una primera fase, antes de poder optar a que los contrate una empresa privada o que esperen a que el operador público Renfe abra una convocatoria de personal, que les permitirá completar la instrucción. Esta variará según si se trata de un puesto para Rodalies, Regionals, mercancías o alta velocidad. Cuando accedan a un puesto el salario será de unos 1.800 euros, cantidad que podrá doblarse cuando alcancen el máximo rango.
La mayoría de los profesionales, transcurrido un año vuelven a su casa. En la última convocatoria para Catalunya, Renfe ha fijado un compromiso de permanencia de 21 meses para evitar esta fuga. Sin embargo, el mal prestigio de Rodalies y el mayor coste de vida en Catalunya hace que las condiciones no sean atractivas.
La Generalitat quiere formar a 1.000 nuevos profesionales para el traspaso, pero principalmente son plazas relacionadas con los talleres, mantenimiento, etc. En paralelo, FGC ha convocado 70 plazas de maquinista, pero la licencia no es la misma. Esta falta de planificación y la incertidumbre hacen que los que podrían optar a operar el servicio no sepan cómo tendrán que hacerlo.