Si en algo coinciden el promotor de asentar un camping en La Riera de Gaià y sus opositores es que su construcción no será cosa de la noche a la mañana. El procedimiento, que depende de la modificación puntual del Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) puede tardar hasta cinco años la ejecución del proyecto, todavía en fase incipiente. Por el momento, el expediente se encuentra sobre la mesa de la Oficina Territorial d’Acció i Evaluació Ambiental, para que dictamine su viabilidad.
Se trata de unos terrenos que, sumados, totalizan 8 hectáreas, adquiridos hace más de un año por la compañía Branding Finestra SL para el uso de camping, situados a una distancia de menos de un kilómetro de la urbanización Brises del Mar, de Altafulla y la del Castellot, de La Riera de Gaià.
Al tener noticia de este propósito, el posicionamiento de asociaciones medioambientales como La Sínia y Terres del Gaià, con los apoyos de un sector vecinal han presentado alegaciones en contra de la propuesta.
A todo ello, la empresa impulsora achaca la actitud de quienes se oponen «a la desinformación y datos erróneos que se vienen difundiendo indiscriminadamente». Roger Trillas, administrador único de la compañía promotora, señala como «falso» que el camping se proyecte para 3.558 plazas. Añade que «esta cifra únicamente es el resultante de la normativa vigente, que permite un máximo, proporcionalmente a la población del municipio, pero para nada tiene que ver con la realidad. En cualquier caso, el Ayuntamiento tiene la potestad de definirlo, acorde con su modelo turístico».
Entre los temores que se han expuesto en las reuniones vecinales, preocupa la posible afectación de la movilidad, sobre lo cual Trillas asegura que «una de las premisas para disponer un camping es asegurar el acceso de los clientes a la instalación pero, ante todo, no generar efectos negativos de movilidad sobre la población y, si se produce, el promotor deberá financiar las medidas necesarias para evitarlo».
Otras dudas son el tema servicios, contaminación lumínica y acústica, a lo que Roger Trillas responde que «lo que proyectamos es un camping autosuficiente. Es decir: generar la energía eléctrica necesaria, con la colocación de placas fotovoltaicas en edificios y alojamientos; aprovechamiento de agua para riego y demás, mediante lagunas y balsas naturales y utilizar la biomasa como energía para calentar el agua». Respecto a la contaminación acústica, el empresario puntualiza que «existe la normativa reguladora del ruido ambiental que establece unos límites. Incluso el municipio, según su modelo turístico, todavía puede ser más restrictivo».
El acceso al camping planeado sería desde la carretera T-214, la que comunica La Riera y Torredembarra, con afectación de unos 200 metros en línea, comprendida entre el Camí d’Altafulla y el acceso a la empresa ATENS. Las fincas rústicas adquiridas por Branding Finestra SL se encuentran plantadas de olivos y algarrobos «un arbolado y construcciones de piedra en seco, como muros y refugios, que mantendremos tanto si hacemos el camping como si no, en este lugar idóneo donde no sería necesario ni el movimiento de tierras», concluye Roger Trillas.