El Capítol de la Catedral muestra su «preocupación» después de que el Ministerio de Transportes haya denegado la ayuda, correspondiente al 2% Cultural, para reparar la cubierta de la Catedral de Tarragona. Estos fondos debían servir para iniciar las obras de recuperación este mismo año 2025, después que el deslizamiento de la estructura que cubre la nave central haya abierto una grieta que ya supera los setenta centímetros.
«No hay ningún riesgo de derrumbe ni supone un peligro para el culto, pero sí que deberíamos evitar que entre agua que dañe el patrimonio de la Catedral», asegura el doctor Antoni Martínez Subias, canónigo responsable del Patrimoni de la Catedral de Tarragona.
Esta fue una de las cuestiones que se abordó el pasado miércoles en la reunión que el arzobispo Joan Planellas mantuvo con el President de la Generalitat, Salvador Illa.
La iglesia busca el compromiso del Departament de Cultura, y explora todas las alternativas para obtener fondos, teniendo en cuenta que el coste de la actuación es de 1,5 millones de euros.
«Se trata de explorar todas las vías, porque las hay», apuntaban esta semana desde al Arquebisbat de Tarragona.
La búsqueda se ha intensificado desde que el pasado 26 de diciembre el Gobierno central daba a conocer los proyectos que se beneficiarán de esta línea de ayudas para la recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico.
Catalunya se lleva casi 16 millones de euros de los 80,6 millones repartidos en total. Sin embargo, en este listado no hay la reparación de la cubierta de la Catedral, qu,e de acuerdo con el proyecto que redactó el arquitecto Antoni Maltas asciende a una inversión de 1,5 millones de euros. De estos, el 65% estaba previsto que pudieran llegar a partir de la ayuda estatal.
El lateral de mar
Esto congela las expectativas de cara a poner en marcha una actuación que Martínez Subias defiende que es de «urgencia» para intentar que la herida vaya a más.
«Cuando hay una enfermedad grave hay que intervenir lo más rápido posible si el cuadro clínico lo permite. En estos momentos, tenemos un cuadro clínico muy preocupante», asegura el responsable de Patrimoni. Desde que hace más de seis años se descubrió este deslizamiento, la hendidura ha ido a más.
La patología se localiza en la parte sureste –en el costado de mar– de la cubierta central, entre el cimborrio y la fachada. Se da el caso que esta se reformó por completo en el año 2007, en el marco del Pla Director de la Catedral.
En aquellos momentos se invirtieron 500.000 euros para la recuperación integral de los tejados, que estaban muy deteriorados. Con esta actuación se sacaron las antiguas tejas de cerámica, que fueron sustituidas por lozas planas.
En teoría estas debían sellar mejor. No obstante, todo apunta a que el material que se utilizó habría tenido algún defecto o no sería el adecuado, ya que enseguida se evidenciaron los problemas.
Filtraciones de agua
Las alarmas se activaron primero desde la Capella del Santíssim, cuando se detectaron filtraciones de agua y después pudo constatarse que se había iniciado este deslizamiento.
Martínez Subias explica que ya en este momento se puso en contacto con el arquitecto y «ya nos dijo que probablemente se sucedería con el resto de tejados». Y así ha sido. Después fue el turno de la Capella del Corpus Christi y de la zona de la sacristía, donde en una primera actuación de urgencia las lozas de piedra de Sant Vicenç fueron sustituidas por tejas arábigas, para evitar la entrada de agua.
También en Santa Tecla
Las humedades provocadas por el estancamiento de las aguas pluviales también afectaron a la Capella de Santa Tecla, teniendo el material de la cubierta resbala con la gravedad hacia la canalización, afectando el desagüe de la calle De les Coques.
«Cuando llueve con intensidad hemos tenido que retirar los bancos, porque el espacio nos ha quedado anegado», indica Martínez Subias.
En enero del año pasado se hizo una primera actuación de urgencia para estabilizar el desplazamiento de la hoja superior de la cubierta.
Asimismo, se tomaron medidas para garantizar la correcta evacuación de las aguas pluviales y liberar la canal del desguace. También decidió instalarse un material impermeable para cubrir la gran grieta encima de la nave central, a la espera de que pudiera iniciarse el proyecto de recuperación de esta cubierta principal.
Un año más tarde se ha visto como esta solución provisional no ha sido una solución definitiva. El movimiento no se ha frenado y está empezando a despegarse la lona impermeable, de forma que podrá seguir entrando agua. Esto hace que se hayan acelerado los contactos para conseguir obtener unos fondos, que deben permitir iniciar una actuación de obras que podría alargarse durante casi dos años.
años desde que se hicieron nuevos los tejados de la Catedral, en los que se invirtió la suma de 500.000 euros