La librerías vuelven a estar de moda en Tarragona. Después de que a mediados de 2022 el sector tocara fondo en la ciudad con el cierre (temporal) de La Capona –solo cuatro años después de que lo hiciera la Llibreria La Rambla–, lo cierto es que la reapertura el pasado mes de octubre del histórico negocio cultural de la calle Gasòmetre ha supuesto toda una inyección de energía para el sector, que parece vivir una inesperada reactivación en plena época de digitalización y de la inflación a raíz de la guerra en Ucrania.
En poco más de cuatro meses, La Capona 2.0 ya cuenta con un centenar de socios fijos que estabilizan y consolidan la nueva etapa liderada por la Cooperativa Combinats, mientras que los exempleados del negocio 1.0 también planean la puesta en marcha de una nueva librería en el centro de la ciudad. Pararelamente, sin embargo, en los últimos días se ha producido una novedad, como es que ha abierto la primera librería en la zona de Llevant: L’Hamaca.
Club de Lectura en l’Arrabassada
«Cuando cerró La Capona nos dijimos: ¡debemos hacer algo!», explican las propietarias de la nueva librería de la Vall de l’Arrabassada, Ariadna Martínez y Mercè Rodríguez. «Era el sueño de nuestras vidas, y nos decidimos por este barrio porque es joven y nos gusta mucho. Además, nosotras vivimos por la zona y creíamos que hacía falta una librería», explican las dos empresarias tras iniciar su andadura el pasado 24 de febrero. De hecho, además de «los clásicos», en el nuevo establecimiento tiene un papel importante «la lectura infantil y juvenil», a la vez que también «se impulsarán talleres y presentaciones», explican las responsables del negocio situado entre las calles Mercè Rodoreda y Llorenç Vilallonga. El nombre, por cierto, se debe al espacio de «descanso y relax para una buena lectura».
La puesta en marcha del nuevo espacio cultural ha sido bien recibido por los vecinos de l’Arrabassada. «Iniciativas como esta son las que hacen crecer a un barrio», explica el presidente de la asociación de residentes, Josep Maria Bertran, quien también recalca que, desde el pasado 1 de febrero, la entidad vecinal «ha creado un club de lectura». Las dos novedades son, pues, muy celebradas «por parte de todos los que preferimos los libros físicos», detalla Bertran.
De manera parecida se expresa la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, Inés Solé (CUP), quien resalta el hecho de que «el sector resurja para nutrir la ciudad de cultura». «Las librerías no son solo un punto de venta de libros, sino que son espacios de generación de actividad cultural. Por esto, estamos encantadas de sumar entidades», añade la responsable del ejecutivo de la Plaça de la Font, quien paralelamente apuesta por «tender la mano a todos los puntos de cultura para generar sinergias con la Casa de les Lletres».
«Una evolución lógica»
La consolidación de la nueva La Capona y la apertura de L’Hamaca son, según Pimec Comerç, «un motivo de satisfacción» que «visualiza que el comercio de la ciudad está haciendo frente a todas las dudas e inquietudes del momento», según detalla su presidente, Florenci Nieto, quien lamenta que «por parte de las administraciones solo haya buenas palabras que únicamente se traducen en beneficios para el gran comercio».
Seguramente, en Tarragona, Pitu Rovira y Gertri Adserà son dos de las personas con un mayor conocimiento del sector. «Es una evolución lógica del mercado del libro», afirma la responsable de la Llibreria Adserà, mientras que Rovira, ya jubilado, recalca que «es un hecho natural que en Tarragona, con más de 130.000 habitantes, haya varias librerías que tengan oferta todo el año» y valora la apertura «en lugares que no son estrictamente el centro de Tarragona». Así, pues, tras la novela de terror de 2022, las primeras páginas de 2023 se han iniciado con expectativas renovadas.