La Generalitat y el Ajuntament de Tarragona han colocado una placa conmemorativa en la fachada de la antigua prisión provincial de Tarragona por recordar la relevancia del espacio durante el franquismo.
El equipamiento se inauguró en 1953, fue construido por prisioneros republicanos y estuvo activo hasta noviembre de 2015. La instalación del rótulo coincide con la conmemoración del 50 aniversario de las ejecuciones de Salvador Puig Antich en la cárcel Model de Barcelona y la del alemán Heinz Ches, el mismo día ya la misma hora, en la de Tarragona.
La regidora de Memòria Democràtica del Ajuntament de Tarragona, Sandra Ramos, ha apuntado que en los próximos meses se colocarán más placas similares en otros puntos de la ciudad.
Ramos ha pedido que «el nombre de todas las personas que fueron víctimas del franquismo no se pierda» y ha reivindicado las políticas públicas que están detrás de la memoria democrática.
«Tenemos la obligación moral de seguir haciendo este trabajo. En otras comunidades autónomas de nuestro lado han erradicado las políticas de memoria democrática» ha dicho en alusión a los gobiernos aragonés, balear y valenciano, de los que ha dicho que no les interesa «conservar -la y divulgarla».
Por todo ello, ha manifestado que «la memoria democrática no es algo del pasado», sino que se trata de concienciar y reivindicar la vida de personas «que han estado marcadas por una historia que es de justicia que desde los poderes públicos» se reivindique.
Por su parte, la directora de los Serveis Territorials de Justícia, Drets i Memòria, Virginia Martínez, afirmó que «la placa quiere reivindicar uno de los aspectos más importantes de la memoria reciente como son los crímenes y atrocidades de la represión franquista» .
Además, indicó que quieren seguir impulsando la labor de abrir la cárcel a la ciudadanía «y contar momentos oscuros de la historia reciente».
Finalmente, Josep Font, de la Xarxa d’Espais de Memòria Democràtica, ha explicado que la red inició su andadura en 2009 y actualmente ya cuenta con 175 espacios en toda Cataluña. «La señalización es el último resultado de un trabajo de documentación», ha valorado.