El parking Torroja estrenará 186 nuevas plazas antes de fin de año, doblando de esta forma su capacidad actual. Ahora mismo este es el calendario de un proyecto que encara su recta final y que inicialmente se concibió para descongestionar de vehículos el ámbito de la Part Alta, ofreciendo una alternativa de aparcamiento de cara a los vecinos si finalmente algún día se apuesta por la peatonalización. Pese a ello, según aseguraba ayer la presidenta de la empresa Aparcaments Municipals de Tarragona (AMT), Sonia Orts, «el conjunto de las nuevas plazas deberán destinarse a la rotación».
«Los fondos Next Generation no dejan ampliar los abonados, por lo que tenemos que ver si en la parte actual podría haber alguno más, pero en cuanto a las nuevas plazas no se nos permite», afirmaba. Y es que, uno de los elementos que se incluye dentro de la convocatoria de ayudas del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) es que «no serán financiables los aparcamientos para uso de residentes».
La superficie de estacionamiento suma un total de 143 plazas, de la cuales 90 corresponden a abonados y hay lista de espera para poder acceder a una de estas. A causa de las obras que se están llevando se han perdido temporalmente 35, por lo que ahora mismo los espacios para la rotación de vehículos tan solo son 27.
La cifra se incrementará notablemente cuando finalicen las obras de ampliación, que dejarán el espacio con un total de 329 plazas. A estas hay que sumar otras nueve reservadas para las personas con movilidad reducida y diez para la recarga de vehículos eléctricos, que se ubicarán en la parte de arriba, en la zona más próxima a la barrera de entrada.
Los trabajos ya han superado el ecuador y enfilan la recta final. Sobre el terreno puede comprobarse como ya está completamente definido el sistema de rampas que conducirá a los diferentes niveles, permitiendo salvar una pendiente de aproximadamente un 20% entre la zona del Passeig Torroja y la calle Johann Sebastian Bach.
«El movimiento de tierra y los muros ha sido la parte más compleja», asegura Rafael Cabré, quien se encarga junto con Jesús Molina de la dirección de la obra. Atrás han quedado las semanas en las que hasta dos máquinas a la vez picaban para irse ‘comiendo’ la roca.
Una parte de la piedra extraída en esta primera fase se ha reutilizado para generar el muro de escollera que marca los diferentes niveles, de forma que se ha buscado una integración con el entorno, que también se mantiene con el resto de materiales de la obra.
Economía circular
Los responsables del proyecto explican que la «economía circular» también se ha tenido en cuenta en cuanto a la vegetación, ya que los árboles «con más entidad» que se arrancaron en su momento se han mantenido en uno de los laterales de la obra, por tal de ser replantados. Se estima que en total podrán salvarse una cuarentena de ejemplares, principalmente olivos, que a partir del otoño empezarán a replantarse de nuevo, dejando esta parte para el final.
En estos momentos, el proyecto está ejecutado en un 62%, por lo que, según el cronograma previsto «antes de Navidad» los primeros vehículos podrían estacionar en el nuevo parking. Los muros de contención están acabados y también están hechas las canalizaciones para los servicios de telecomunicaciones y electricidad. «Ahora empezará a trabajarse con la pavimentación», afirma Cabré.
En paralelo empezará a montarse la barandilla, para que tan solo quede la parte correspondiente a la pintura y a la jardinería. Esta última fase podría iniciarse en octubre, cuando empezarán a plantarse los más de cien árboles que, junto con las escolleras de piedra, configurarán este sistema de terrazas. «Se ha hecho un esfuerzo estético importante para que quede un parking bonito», decían.
Las obras van a cargo de la empresa Roma Infraestructures i Serveis SAU, que se adjudicó la obra por valor de 1.794.452,35 euros (IVA incluido). Los trabajos se iniciaron en noviembre del año pasado y cuentan con una subvención de 1,2 millones de euros de los fondos europeos Next Generation.
Todavía hay algunas cuestiones que deberán acabar de decidirse antes de su entrada en funcionamiento. Es el caso del tema de los accesos. El parking dispondrá de una doble entrada, una de las cuales ubicada en el Passeig Torroja y la otra en la calle Johann Sebastian Bach. Ahora, la administración pública deberá acabar de decidir si ambas serán de entrada y de salida o si se establecerá un circuito, de forma que no haya tan movimiento de coches, como pedían los vecinos.
En cuanto a las nuevas tarifas, la presidenta de la AMT aseguraba que estas serán las mismas que en el resto de aparcamientos municipales que gestiona la empresa pública.
Desde la Associació de Veïns del carrer Merceria i Voltants se asegura que tras las fiestas solicitarán una reunión con el Ayuntamiento para conocer cómo va a gestionarse. «Queremos que principalmente sirva para dar un servicio al vecindario de la Part Alta. Está bien que se piense con el turismo, la restauración y el comercio, pero si queremos un barrio vivo, en el que viva gente, también debemos pensar en los servicios», decía Sergi Carrillo.
La concejal de Mobilitat del Ayuntamiento de Tarragona asegura que este es un tema que está encima de la mesa del gobierno municipal.