Dídac Nadal dará la próxima semana su tercer gran «Sí» a Pau Ricomà (ERC) en solo 18 meses. Primero fue en junio de 2019, cuando ofreció los tres votos de su grupo municipal –con Cristina Guzman y Elvira Vidal– para investir como alcalde al líder republicano; el segundo, en diciembre de hace un año, cuando avaló el presupuesto del gobierno municipal; y, si la situación no da un cambio de 180 grados en las próximas horas, en pocos días dará la tercera alegría al ejecutivo de la Plaça de la Font (ERC-Comuns), con su nuevo apoyo a las cuentas de la corporación local.
Así lo aseguran fuentes de Junts per Tarragona, las cuales remarcan que, pese a no tener aún la propuesta definitiva, «vemos con buenos ojos que se recojan algunas de las demandas que pusimos sobre la mesa», como son «las destinadas a servicios sociales y las ayudas a todas aquellas entidades que trabajan con colectivos vulnerables». En este sentido, desde la formación ahora integrada por tres ediles independientes se reconoce tener «muy claro» que «ante esta situación excepcional, es imprescindible disponer de un presupuesto también excepcional», por lo que valoran positivamente las acciones contempladas en la propuesta económica del 2021 orientadas a «cohesionar la ciudad». En esta linea, las inversiones previstas en el espacio público de barrios como Sant Pere i Sant Pau, Sant Salvador, Torreforta o L’Albada, conjuntamente con la apuesta por la primera fase de la Illa Corsini y la conservación del patrimonio, permiten que el «sí» de los nacionalistas ya esté mucho más cerca tras incorporar en el documento «demandas históricas».
¿El IMSS lo desencalla todo?
Con los tres votos de Junts, Ricomà ya dispondría, teóricamente, de 12 apoyos de cara al pleno extraordinario de presupuestos que se convocará la semana del 28 de diciembre: 9 del ejecutivo y tres de Junts. Si quiere repetir la mayoría de la investidura, sin embargo, aún necesitaría el OK de las dos ediles de la CUP: Laia Estrada y Eva Miguel. Para ello, ayer se produjo el que podría ser el gran punto de inflexión de las negociaciones, como es el acuerdo sellado en el Consell Rector para incrementar en 280.725 euros el gasto del próximo año en el Institut Municipal de Serveis Socials (IMSST). En este organismo, la partida de ayudas de emergencia pasará de 269.200 euros a 500.000, lo que a juicio de la concejal de Serveis Socials, Carla Aguilar-Cunill, «es una evidencia que seguimos trabajando para mejorar el presupuesto».
Tras sellar el aumento, la CUP celebró la decisión, recordando que «esta era una de nuestras demandas» para aprobar las cuentas municipales. «Esta modificación era imprescindible para poder dar respuesta a la crisi socioeconómica de la Covid-19», afirmaron las cupaires mediante un comunicado de prensa en el que exigen que las previsiones para 2021 «se ejecuten de forma real y se haga llegar el dinero a quien lo necesita», indicaron en referencia al hecho de que en el cierre del año 2019 sobraran más de 1,7 millones de euros que no se ejecutaron. Las cupaires, de hecho, han convocado para esta mañana una rueda de prensa en la que anunciarán su posicionamiento, que todo parece indicar que será favorable tras el acuerdo de ayer.
El PSC quiere más datos
En caso de que se torcieran las cosas con Junts y CUP, la opción B para Ricomà sería una abstención del PSC. Esta opción, sin embargo, parece en estos momentos casi descartada. «Sabemos que es muy importante tener nuevo presupuesto para toda aquella gente que está con contratos programa y para las subvenciones a entidades, pero es que a día de hoy solo tenemos un power point de diez páginas, nada más», afirma la portavoz del principal partido del Saló de Plens, Sandra Ramos, quien indica que ha solicitado al edil de Serveis Centrals, Jordi Fortuny (ERC), «tener todo el documento completo» para pasar al gobierno las peticiones socialistas. Pese a ello, todo parece indicar que hoy se confirmará, un año después, la mayoría que dejó al PSC en la oposición.