«El sector pesquero catalán lleva muchos años haciendo los deberes para lograr los objetivos marcados para la recuperación de las poblaciones de peces. Es necesario que la Comisión Europea reconsidere unas limitaciones que pueden ahogar al sector». Así de claro se muestra en declaraciones al Diari de Tarragona el President de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa (PSC), a las puertas de la decisiva reunión de hoy y mañana de los ministros de Pesca de la Comisión Europea, que este martes votarán si se endurecen las medidas para reducir en un 79% más la actividad de las flotas de la pesca de arrastre.
Actualmente, los pescadores de arrastre pueden salir a faenar unos 130 días al año, pero ahora la siguiente fase del Plan de Gestión del Mediterráneo –aprobado en 2019– establece que esta cifra caiga de manera contundente, hasta una horquilla de entre 20 y 28 días a partir de este próximo 1 de enero. Esto ha provocado el rechazo de las Confraries de Pescadors, de la Generalitat y de estados miembros de la UE como España, Francia e Italia. De hecho, hoy y mañana habrá huelga del sector, mientras que los pescadores tarraconenses y catalanes se manifestarán en Madrid y Bruselas. En Tarragona, a las 10 horas se leerá un manifiesto conjunto en El Serrallo, en un acto organizado entre el Ayuntamiento y la confraria de Pescadors.
Informes contradictorios
El organismo ejecutivo de los 27 países de la Unión Europea justifica la aceleración de su plan de ruta por el hecho de que, con los últimos datos sobre la mesa, el plan iniciado hace cinco años en el litoral catalán «funciona». «Es alentador que el informe publicado este pasado 30 de octubre muestre que 11 de las 20 poblaciones de peces se encuentran ahora en un estado más saludable», indican las fuentes de la Comisión Europea consultadas por este periódico, lo que a su juicio demostraría «el impacto positivo» de las prácticas pesqueras «más sostenibles» puestas en marcha en el Mediterráneo occidental.
Este último informe –dirigido por científicos de España, Francia e Italia– se ha realizado por parte del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca en 20 zonas del litoral del Mediterráneo. «En él se destaca que es urgente recuperar más poblaciones de peces para garantizar un futuro sostenible y rentable para el sector, basado en unas poblaciones de peces sanas y prósperas», se indica desde el órgano europeo.
Contrariamente, la Generalitat contradice en un informe propio la necesidad de incrementar las limitaciones a partir del 2025. En un estudio de ICATMAR se asegura que «las poblaciones de peces se encuentran dentro de los límites biológicos seguros». El análisis también afirma que las especies evaluadas –que son la merluza, el salmonete, la cigala, la gamba blanca y la roja– muestran niveles de biomasa por encima de los mínimos que garantiza el buen estado de las especies a largo plazo.
El estudio concluye que todas las medidas que se han llevado a cabo en los últimos años –como por ejemplo la adaptación de las redes, los tres meses de parada biológica o la reducción de la jornada laboral–, «están teniendo efectos positivos rápidos sobre los recursos pesqueros». Además, según el documento, las observaciones in situ evidencian que, en las zonas donde estaba prohibida la captura de peces, se ha aumentado la población y «se ha recuperado el hábitat».
Al límite del veto
Por todo ello, hoy y mañana España, Francia e Italia se opondrán a la propuesta de la Comisión Europea y pondrán sobre la mesa una moratoria de un año, a la espera de nuevos estudios.
«La Generalitat da pleno apoyo a la moratoria. El Govern está y estará junto al Gobierno de España al lado de los pescadores catalanes», resalta el President. Asimismo, Salvador Illa enfatiza a este periódico que su ejecutivo «velará para garantizar que no desaparezcan las comunidades pesqueras del Mediterráneo», de forma que «se aseguren los puestos de trabajo de las tripulaciones y el personal de las cofradías», así como «el acceso de los ciudadanos a una proteina azul local, de alto valor gastronómico y tan esencial para garantizar una dieta saludable y de proximidad».
De hecho, es posible que España, Francia e Italia puedan vetar la propuesta de la Comisión Europea. Según fuentes del ente continental, la votación de mañana por la tarde requerirá de una mayoría «cualificada», lo que se traduce en el apoyo de 15 países que sumen, como mínimo, un 65% de la población de la Unión Europea. Según datos de la propia UE, la población conjunta de los 27 estados miembros es de 448 millones de personas. Se da la circunstancia de que España (48,6 millones), Francia (68,4) e Italia (58,9) suman un total de 175,9 millones de habitantes, lo que supone el 39% del total de la UE. Por ello, el veto de estos tres países estaría al límite de poder frenar la propuesta que puede significar el KO definitivo a la pesca de arrastre.