El 133è President de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa (PSC), se encontrará en su mesa una carpeta voluminosa con el nombre «Tarragona». El nuevo máximo dirigente del Govern tendrá esta legislatura el reto de poner solución a varias asignaturas pendientes que la ciudad tiene en el candelero desde hace años, y que por distintos motivos o todavía no se han ejecutado o se encuentran aún en una fase embrionaria.
La inversión más elevada corresponde al nuevo Joan XXIII, presupuestado en más de 170 millones de euros. De esta obra se habla desde hace más de una década, pero justo ahora se ha avanzado aproximadamente un 10 %. La pasada semana se puso en marcha la nueva sala de espera de Urgencias, ubicada en la planta baja del nuevo edificio puente (o edificio J) del Parc Sanitari Joan XXIII, que ha costado unos 11 millones de euros. La consellera Olga Pané tendrá en sus manos, pues, la mayor construcción prevista en la ciudad.
En materia sanitaria también será un reto el traslado del CAP Jaume I, el más concurrido de Tarragona. El Ayuntamiento propone que se construya en el actual aparcamiento de Francesc Bastos, reservando una zona de parking y construyendo en el mismo solar vivienda social. Las conversaciones entre ambas administraciones todavía no han llegado a un acuerdo definitivo. Otras demandas para Salut serán la segunda fase de las obras del CAP Torreforta y abrir un nuevo CUAP (CAP 24 horas).
¿Edificios únicos?
Otros retos clave de los próximos años debe ser el avance en dos edificios que deben unificar tanto los siete juzgados de la ciudad como los Serveis Territorials. Por lo que se refiere al Fòrum Judicial, valorado en unos 70 millones de euros, la nueva previsión es la que sea una realidad en 2028, dos años después de los anunciado en 2022 y 2023. Fuentes del anterior Govern justifican el retraso en el hecho de que «se ha aprovechado un proyecto del 2009, que se actualizará, para no iniciar la tramitación administrativa desde el punto cero». El retraso ha provocado que el Col·legi de l’Advocacia haya presentado una queja ante la Sindicatura de Greuges.
El Govern Illa tendrá, pues, el reto de dejarlo todo preparado para iniciar su construcción en Joan XXIII y ahorrarse los 1,1 millones que se pagan al año en alquileres de órganos judiciales.
Ya en el horizonte 2030, la Generalitat tiene previsto construir un edificio único para unificar todas sus sedes territoriales. Este inmueble se ubicará en la antigua prisión. La gestión del Govern Illa deberá avanzar, pues, en la tramitación administrativa del nuevo complejo.
Next Generation
A corto plazo, un claro reto es empezar las obras del albergue juvenil de la Ciutat de Repòs i Vacances. En 2022, el Govern logró una ayuda Next Generation de 15 millones para hacer posible el proyecto, que debe estar listo el 31 de diciembre del 2025. A día de hoy, sin embargo, las actuaciones ni se han licitado, por lo que el calendario puede ir bastante al límite.
En materia deportiva, la nueva Conselleria de Esports –liderada por el tarraconense Berni Álvarez– tendrá el reto de hacer posible la inversión en las gradas retráctiles del Palau d’Esports del Anillo Mediterráneo, mientras que Sonia Hernández (Cultura) tiene ante sí una ocasión única para impulsar el consorcio para el mantenimiento del patrimonio histórico de la ciudad junto al Ayuntamiento y el Estado y, por qué no, ayudar a financiar el festival Tarraco Viva.
Por lo que se refiere a materia educativa, la nueva consellera –Esther Niubó– tendrá tres asuntos principales en Tarragona. El primero, acabar con los barracones de la Escola Ponent; el segundo, impulsar el nuevo edificio para el Institut l’Arrabassada; y, en tercer lugar, encontrar una ubicación definitiva al Institut Tarragona, ubicado en la Plaça Imperial Tarraco de forma temporal desde 2010.
Asimismo, Territori –liderado por Sílvia Paneque– tendrá un papel importante para avalar el nuevo POUM. Asimismo, aunque no sea solo en Tarragona, Paneque deberá lidiar para hacer realidad el nuevo tranvía.
La gran esperanza es que, con dos tarraconenses en el Consell Executiu –el Secretari del Govern (Javier Villamayor) y el concejal de Esports (Berni Álvarez)– la Generalitat pueda cumplir, al fin, con el gran reto que tiene pendiente: empezar a mirar hacia el sur.