La fase inicial del debate para el nuevo POUM finalizó después de cuatro sesiones de la Comissió Informativa de Territori en las que participaron los partidos. ¿Dan por cerrada esta parte?
La fase de debate no se cierra hasta el final. Un POUM participado es un POUM que está abierto y lo que se cierra son las sesiones en las que el gobierno y todos los grupos debatíamos las líneas principales que le pedimos al equipo técnico de Territori, para elaborar este avance del plan. Podría no haberse hecho, como con el anterior POUM, pero aquí el gobierno ha preferido compartir esta instrucción y socializarla por tal de enriquecer, enmendar y ampliar cualquier cuestión.
¿Se acaba aquí la participación de los grupos?
No, con esta fase no se ha agotado ni la participación general ni la de los grupos municipales en particular porque esta seguirá a través del proceso participativo. No obstante, para acotar un método de trabajo que pretenda hacer un POUM en tres años y no en trece esto implica seguir unos pasos.
La CUP pedía más sesiones, sobre todo teniendo en cuenta que la última fue muy densa, y Junts insistía en que sería bueno conocer algunos informes previos determinantes. ¿No lo hablan dentro del gobierno?
Se habla y se habla mucho, lo que pasa es que un POUM son muchísimas decisiones y, más allá de las líneas maestras y los elementos más importantes, nos resulta más práctico que sea en la misma Comisió de Territori que surjan estas observaciones. En cuanto a los informes, está claro que son necesarios, pero todo tiene su momento. Se harán todos los informes para ir validando este proceso pero estos requieren su tiempo y debemos tener en cuenta que vamos a hacer un POUM en tres años. Esto implica que debemos ir con el gas a fondo.
Los informes de riesgo químico pueden condicionar mucho el contenido final. ¿No sería bueno anticiparse en esta parte?
Muchos informes pueden condicionar mucho, desde la cultura al patrimonio y, evidentemente, el riesgo químico o los de inundabilidad. Hay muchas cosas que pueden condicionar el planeamiento, pero la fase de informes se presta en el momento en el que hay una propuesta, porque sino sería muy extraño acabar definiendo una ciudad por unos informes. Tu tienes que hacer la ciudad que quieres y después batallar y defender esta propuesta y cómo los riesgos pueden mitigarse y evadirse completamente. No al revés.
La oposición asegura que es la propuesta de ERC no del gobierno.
No es verdad, no es la propuesta de ERC sino del gobierno de Tarragona en base a las líneas pactadas previamente con todos los partidos. Otra cosa es que son muchas decisiones y no puede pretenderse que todos lo veamos todo igual. No olvidemos que en algunas cuestiones tenemos posiciones iniciales diferentes como es sabido. Para llegar a puntos de encuentro a lo mejor no podemos conseguir los máximos que nos gustaría a cada uno de nosotros, pero un POUM es por definición un punto de encuentro entre nosotros, los grupos y los agentes de la ciudad.
Todos deberéis rebajar algunos de los objetivos.
Sí, es un escenario ideal que todos dependamos de todos para definir cómo queremos la ciudad. El resultado no será de máximos para nadie, pero estamos hablando de cómo queremos hacer la ciudad y esta debe ser de todos.
¿Cómo se imagina Tarragona dentro de diez o quince años, que es cuando empezarían a verse los resultados del nuevo POUM?
Debemos imaginarnos una ciudad con un centro muy fuerte y unos barrios fuertes, muy bien ligados y cohesionados. No tan solo a nivel de movilidad, sino también con avenidas y aceras anchas y ajardinadas, generando unos ejes vitales. Hablamos también de una ciudad con las entradas arregladas y que hagan patxoca, sin agujeros urbanísticos. Por tanto, una ciudad compacta y más eficiente tanto a nivel económico como ecológico, con puntos de encuentro. Y esto pasa por unos equipamientos potentes y más Anella Verda, que conecte desde Llevant a Ponent. Con un entorno natural más valioso, más próximo y con más vida en la calle. A diez o quince años ya veremos elementos importantes de una Tarragona más cohesionada, con más cura del medio ambiente y donde la convivencia sea el elemento fuerte. En definitiva, una sola Tarragona, en lugar de treinta, desconectadas una respecto a la otra.
El anterior POUM se aprobó en 2013, casi han pasado diez años, y muchos de las cuestiones que allí se apuntaban aún no se habían desarrollado. El urbanismo es muy lento para pensar en una rápida transformación.
Como estamos hablando de sectores más pequeños son más viables y fáciles, tendrán más consenso y no habrá tantas dificultades para que se desarrollen. Por otro lado, como no hay ningún macro sector no hay la sombra del monopolio, por lo que muchos ámbitos pueden tener el estímulo de seguir adelante. Esto también hará que haya más competencia, lo que generará más interés y estímulo para hacer vivienda que compita en cuanto a los precios. Es muy bueno para el acceso a la vivienda.
¿Horta Gran será el caballo de batalla?
No me gusta plantear el debate urbanístico como un caballo de batalla. Hemos mirado de no confrontar postura batalleras porque estamos hablando de cómo hacer mejor la ciudad. Queremos hacer un POUM de acuerdos y de consensos, no de batallas. ¿Puede ser un ámbito que genere mucha discusión política? Sí.
¿Cómo se está planteando?
El tramo que hay entre carreteras, la N-340 y la T-11, debe ser ciudad, que haya un continuo. Los vecinos del Ponent y del centro lo necesitan imperiosamente. Es ligar la herida más grande que tiene Tarragona y tiene una importancia máxima desde el punto de vista de la cohesión territorial y social. La cohesión es el reto más importante que tiene Tarragona y si miramos a dónde vive la gente, el barrio más poblado es el gran centro y después el gran Ponent. Esto debes unirlo y no tan solo lo conseguirás con campos y hortalizas. Hay que hacer ciudad. ¿Qué pedimos a los grandes sectores? Que nos arreglen las entradas y llenen agujeros. La Horta lo cumple todo.
¿El PP9 no reproduce a pequeña escala el PP10, con el que estaban en desacuerdo?
No porque allí no habrá una gran área comercial en el extraradio. Por otro lado, juegas con las piezas que tienes y el PP10 será una realidad, por lo que tendremos un núcleo de población importante allí. Hay muchas diferencias. El PP9 está bastante alejado y aporta. Musculas y das más vitalidad a los tres barrios pequeños del otro lado de la T-11, como son Parc Riu Clar, La Floresta y L’Albada. Esto puede ayudarlos mucho a nivel de equipamientos, zonas verdes y movilidad. Segundo, estás buscando una sinergia que puede ayudarte a humanizar la T-11 y justificar los cambios que necesita este eje. Tercero, puede ayudarte a generar más Anella Verda hacia la T-11, con más zonas verdes. Y, finalmente, ahora es un mal negocio para todos, ya que está muy abandonado, con la amenaza permanente de vertederos ilegales y unos privados a los que les cuesta cumplir con sus deberes de mantenimiento de las fincas. Es un reciclaje urbano que ponemos mucho en valor.
¿Con el PMU-34 se acabará la Vall de l’Arrabassada?
Geográficamente entendemos que sí. El POUM debe tener una vigencia de 20 a 30 años y en un futuro veremos qué debate tienen. A lo mejor las necesidades son otras. Esto no significa que pueda haber una área concreta, como el plan parcial 40 que es delante de Solimar y Monnars, que tal y como estaba planteado no nos gustaba nada, pero de forma más modesta puede ser muy interesante. Desde el punto de vista del crecimiento de la ciudad, con el nuevo POUM no debemos entrar en el terreno de La Budellera.
¿Descarta que puedan urbanizarse los terrenos entre la ITV y el acceso a la A-7, que también es Budellera?
Sí. Hay cosas que podían tener sentido hace unos años, cuando las circunstancias eran otras y se buscaban elementos de acuerdo y negociación, que no se quisieron aprovechar. Las circunstancias son muy diferentes. Tenemos unas previsiones demográficas que no justifican generar crecimientos sin un interés público desde el punto de vista de la ciudad. En este caso, no hay ninguna necesidad que lo justifique.
¿Habrá POUM dentro de tres años?
Sí.