El trágico suicidio de Verónica, tras hacerse un vídeo sexual que grabó en la intimidad, ha vuelto a hacer saltar las alarmas, no sólo las jurídicas, sino también las sociales y, en concreto, las morales. Psicólogos y pedagogos advierten de los peligros de la sobreexposición que ha propiciado la popularización de la tecnología. «A veces me he encontrado en la consulta con este problema. Adolescentes se pasan fotos por internet y alguna de ellas a lo mejor es un poco comprometida y puede molestar», explica Enriqueta López, psicóloga infantil y juvenil en Tarragona.
Más allá de la gravedad y el fatal desenlace del llamado ‘caso Iveco’, los expertos alertan sobre las prácticas dudosas y peligrosas que se siguen en internet. «Yo soy de la opinión de que no hay que publicar cosas tan personales. Eso nunca se debería hacer porque rompe la propia intimidad. Yo no estoy a favor de que se grabe a nadie, incluso ni a nivel de pareja, porque eso supone romper la intimidad de la persona. Estamos perdiendo el respeto a nuestra propia intimidad. Es algo que ha ido en aumento estos años», explica López.
La experta cree que los riesgos van más allá de las cuestiones eróticas. «Aunque no estemos hablando de algo sexual, incluso de algo íntimo, siempre puede provocar repercusión», apunta, y luego añade: «Además, si alguien tiene interés en difundir algo, luego eso es irreversible, cuesta mucho pararlo». Enriqueta López cree que «estamos rompiendo la intimidad que tenemos como seres humanos» y luego están los usos imprevistos y las consecuencias, igualmente, poco predecibles. «Puedes subir un contenido que parezca inocuo a la red. ¿Y quién te dice que de aquí a cuatro años alguien no lo utiliza para hacerte daño?», se pregunta.
Los expertos en el uso adecuado de las nuevas tecnologías remarcan la necesidad de fomentar la sensibilización de las personas para que no compartan ni difundan ni comenten aquello que es íntimo. «Yo, desde un punto de vista ya profesional, me hago una pregunta. ¿Es necesario hacerse esas fotos? ¿Qué satisfacción personal te aporta tanta exposición? ¿Es el morbo? ¿Qué buscamos con esa publicidad?», se cuestiona Enriqueta López.
Otras voces alertan de los riesgos que tiene el ‘sexting’ –el envío de mensajes sexuales o eróticos– y de que hay que extremar la precaución a la hora de practicarlo, sobre todo entre las mujeres, porque para algunos sufren «una victimización especial» por la sociedad machista.