Eva Alemany es una de las decenas de personas que se marchó de Barcelona para ir a vivir al Baix Penedès buscando «calidad de vida y tranquilidad». Vive en Sant Vicenç de Calders y regenta una escuela de yoga, cerca de la estación de Sants. La elección asegura que no fue en balde. «Era un sitio que parecía que estaba bien comunicado y que debía permitirme llegar al trabajo de forma rápida y cómoda», asegura.
Lo que tenía que ser un paso adelante ha acabado convirtiéndose en una fuente de «angustia», por culpa del servicio de Regionales que enlaza las comarcas de Tarragona con la capital catalana. «Tengo que bajar a Barcelona y ya estoy temblando. Fruto de las experiencias que he tenido, no sé cuanto tardaré o si llegará el tren», asegura.
Los retrasos en el servicio también son el motivo por el cual hace unos días dejó su puesto de trabajo una de las profesoras del centro. «Me presentó la dimisión por culpa de la ansiedad. Ella hacía el turno del fin de semana y ahora, con las obras, se está reprogramando todo el servicio. Había noches que se las pasaba sin dormir, sufriendo por si podría llegar, y acababa cogiendo el tren dos o tres horas antes de la clase para poder estar allí», argumenta.
Cuando el profesor no llega no puede empezar la clase, o si este se presenta más tarde de la hora de inicio es un tiempo que pierden los alumnos. Por este motivo, para Flor –que es la chica afectada– la puntualidad era básica. «Ella vive cerca de la estación, porque tiene una discapacidad visual que no le permite conducir», expone Alemany, quien asegura que «el año pasado ya perdí a otro profesor también por lo mismo».
El caso de Flor se suma al de Alèxia Amat, otra usuaria que el pasado día de Sant Jordi fue despedida por la «falta de puntualidad» en su puesto de empleo. Dos ejemplos que ponen de manifiesto los problemas en el servicio que denuncian los viajeros que a diario hacen el trayecto hasta Barcelona, que han llevado a la constitución de la plataforma ciudadana Dignitat a les vies.
Sigue la ronda de contactos
Este lunes por la tarde, sus representantes seguían con la ronda de contactos y se reunían con representantes de Renfe y de Rodalies Catalunya. El colectivo acudía con un listado, con quince propuestas, con las principales reivindicaciones para mejorar este servicio. «Estamos a la expectativa. Hemos conseguido algunos compromisos, pero no bajaremos la guardia y mantendremos la lucha hasta que realmente veamos que haya un cambio», apuntaba la portavoz de la plataforma, Ana Gómez tras la reunión.
«No bajaremos la guardia y mantendremos la lucha hasta que veamos cambios»
Durante el encuentro se habló sobre el corte que tiene que producirse por las obras del túnel de Roda de Berà, que afectará el servicio de Regionales del corredor sur durante varios meses. También hablaron sobre la necesidad de revisar las frecuencias y la necesidad de reforzar los convoyes, con composiciones dobles, en las horas punta. «No puede ser que el primer tren, que hace todas las paradas, salga a las 5:45 horas de la mañana y después tengamos que esperar una hora hasta el siguiente, y por la tarde lo mismo. Esto tiene que arreglarse», apuntaba Óscar Ibáñez.
«Muy grave»
Desde la plataforma se asegura que la situación que se está generando estas últimas semanas «es muy grave», y, en este sentido, aseguran que «este mes de abril más de la mitad de los trenes han llegado tarde».
El compromiso que arrancaron es que se creará una mesa de trabajo en la que además de Renfe también estará Adif, y «se intentará que también esté la Generalitat», para abordar las afectaciones. Asimismo, Renfe también aceptaba que la plataforma Dignitat a les vies esté en el grupo de trabajo para buscar las alternativas de transporte, de cara al corte previsto para después del verano.
Por su parte, fuentes de Renfe explicaban que a corto plazo la prioridad será mejorar la información al viajero. Y, en este sentido, uno de los compromisos pasa por «mejorar la coordinación» con Adif, durante las incidencias, y que durante los fines de semana también se informe por redes sociales.
