A la espera de conocer el resultado de la asamblea de trabajadores de la Empresa Municipal de Transports (EMT) que estaba convocada para ayer por la noche, todo parece indicar que la próxima semana habrá paro total en el servicio de transporte público de la ciudad. Tras semanas de negociaciones entre los representantes de los trabajadores y la dirección de la compañía pública, la sensación general es que la situación ha llegado a un punto de no retorno que, si nada lo remedia, comportará que en los próximos días sigan las interrupciones en las frecuencias del bus.
Antes de conocer el desarrollo del encuentro de ayer de los empleados, el presidente de la EMT –Jordi Fortuny (ERC)– se mostraba contundente: «No cometeremos ninguna ilegalidad para evitar la huelga». El máximo responsable de la sociedad pública asegura que «en las cinco reuniones de mediación hemos llegado a acuerdos en la gran mayoría de puntos que se han puesto sobre la mesa», si bien deja claro que «no podemos atender la exigencia de incrementar la masa salarial. Aunque quisiéramos, no podríamos; primero por un tema legal; y, segundo, por cuestiones presupuestarias», indica el también primer teniente de alcalde del gobierno municipal.
A nivel económico, el consejo de administración de la EMT aprobó esta semana la subida salarial del 2% de los empleados, que viene determinada por la ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este 2022. Sin embargo, el punto retributivo que ha paralizado las negociaciones es la petición de los trabajadores de «reclasificar» las categorías profesionales de los conductores. «Esto supondría disparar la masa salarial y, legalmente, no podemos hacerlo. Apelamos a la responsabilidad de todas las partes para poder abordar todo aquello que sea posible», resalta el presidente de la empresa dependiente del Ayuntamiento. De hecho, compañía y trabajadores negociaron entre octubre de 2021 y febrero de 2022 la actualización del convenio colectivo, en unas conversaciones en las que Fortuny revela que «abordamos esta posibilidad, que ahora ha quedado paralizada por la mediación debido a la huelga».
Tres días más de recuperación
Los representantes de los trabajadores hicieron llegar el jueves un documento a los miembros del consejo de administración en el cual expresan su malestar por no haber llegado un acuerdo. En la carta, aunque reconocen que ambas partes han puesto su capacidad de diálogo en las conversaciones, señalan que la falta de acuerdo les ha llevado a la nueva convocatoria.
Las principales reivindicaciones de los trabajadores tienen que ver con la falta de personal y el incumplimiento de los descansos. Sobre ello, Fortuny recuerda que la empresa «ha incorporado a diez nuevos conductores» que, entre otras cosas, «facilitan los servicios por contingencias».
Entre los acuerdos que ya se han alcanzado desde el inicio de las mediaciones del pasado 16 de marzo, el presidente de la EMT asegura que existe el compromiso de «reorganizar» y «adecuar» la plantilla, así como de «garantizar una dotación de nueve plazas para servicios estructurales» de conductores que, debido a su capacidad física, no pueden transportar pasajeros. Asimismo, entre los pactos alcanzados también está el sistema de cálculo de la jornada laboral, añadiendo 21 horas (tres días) en el saldo del tiempo a recuperar debido al exceso horario anual. Finalmente, los contactos también abordaron la necesidad de llevar a cabo actuaciones de mejora en las cocheras del Polígon Francolí.