Más de cien kilos de deshechos. Este es el resultado de la batida de limpieza submarina que este domingo se organizó en la zona de la Punta del Miracle, una de las citas tradicionales en la que el Ayuntamiento de Tarragona cuenta con la colaboración de la Societat d’Exploracions Submarines (SES) y que ayer contó con la colaboración de quince submarinistas que, durante la mañana, se ocuparon de recolectar los restos que se agolpaban, principalmente, en las rocas.
«Hemos localizado, sobretodo, restos de muchos plásticos, que es el residuo más habitual con el que nos encontramos en este tipo de salidas», explica el presidente del SES, Manuel Salcedo, que valora el volumen de residuos recogidos durante la semana como «muy estándar, teniendo en cuenta que, en algunas ocasiones, hemos recogido casi el triple». Según apunta el presidente de la entidad, en ocasiones anteriores los submarinistas han tenido que lidiar con restos tan sorprendentes como «un banco de hormigón como el que se encuentra en muchas calles o vallas metálicas de obras, que se encontraban dispuestos en el fondo del mar».
¿Sabes lo que había en el fondo marino de Calafell?
La limpieza del fondo marino, sólo en la balsa central del puerto de Segur de Calafell, ha permitido sacar del mar desde un carro de la compra a vallas de obra, un cono, una bicicleta y diverso material que estaba depositado en el fondo marino desde hace años por el estado que presentaban los restos.
Esta es una de las tradicionales salidas que el SES realiza cada año en las costas de la ciudad, una iniciativa que se repite en la zona del Miracle después de las fiestas de Santa Tecla. En la Platja de l’Arrabassada, la cita con la limpieza del fondo submarino llega cerca del primer fin de semana de octubre. El SES hace cerca de diez años que realiza esta tarea, a través de un contrato municipal que se renueva cada año.
Precisamente, el retraso con la gestión de este trato contractual ha provocado el retraso de la operación de limpieza de esta zona, que tradicionalmente se ha completado siempre inmediatamente después del Concurs de Castells. «Sabíamos de que se trataba únicamente de un retraso administrativo y así nos lo aseguró el alcalde», explica Salcedo, que detalla que es necesario que todos los trámites estén en regla para realizar las operaciones de limpieza «con total seguridad».