La Nao Trinidad, una réplica del histórico barco que participó en la primera circunnavegación del mundo, puede verse desde el pasado 23 de enero y hasta el domingo día 9 en la Marina Port Tarraco. El que fue el buque insignia de Fernando de Magallanes, ha hecho la delicia de los tarraconenses con una infinidad de visitante que han podido adentrarse en el velero y descubrir la historia de aventura y exploración que hay en el interior de ella.
La expedición, formada por cinco navíos y con la Nao Trinidad como buque insignia, zarpó desde Sevilla un 10 de agosto de 1519 y llegó a América del Sur, donde descubrieron el estrecho de Magallanes y cruzó el océano Pacífico hasta llegar al sudeste asiático. Solo dos barcos consiguieron llegar hasta la pequeña isla de Tidore, situada en las Islas Molucas. Allí, la nave cambió su destino, pero tras sufrir una grave avería, que afectó al casco, se quedó en la isla de Tidore. A pesar de los intentos para reparar la embarcación y regresar por el Pacífico hacia América, finalmente los portugueses la capturaron y la mayoría de la tripulación murió o fue apresada.
La única nave que logró volver a España de la expedición fue la Nao Victoria en 1522, siendo ésta la primera vuelta al mundo de la historia.
Construcción de la réplica
La construcción del navío se llevó a cabo respetando sus formas y detalles con una rigurosidad histórica, aplicando un sistema innovador y revolucionario en el sector de la construcción naval para réplicas históricas de este tipo, combinando la construcción en fibra de cristal y su revestimiento de madera. Los trabajos duraron aproximadamente 14 meses, y el lanzamiento tuvo lugar el 11 de marzo de 2018.
Al igual que el original, la réplica de la Trinidad tiene tres palos y un palo de media. La altura del mástil mayor es de aproximadamente 25 metros sobre la línea de flotación. Se utilizaron alrededor de 45 metros cúbicos de madera de iroko para su construcción. Se trata de una madera tropical de gran durabilidad y muy resistente a los distintos agentes climáticos y meteorológicos.
El presidente de la Autoritat Portuària, Santiago J. Castellà, afirmó que la llegada de una recreación de las naves que hizo la primera vuelta al mundo «es toda una lección de historia en época de globalización». En este sentido, Castellà apuntó que «la primera globalización empezó en esos momentos, las primeras personas que consiguieron circunvalar la Tierra y conectar mediante rutas marítimas los continentes fueron Magallanes y Elcano».