Vuelven las cadenas humanas. El movimiento ecologista recupera esta particular forma de reivindicación, que en su momento permitió frenar la urbanización de la Platja Llarga, y que ahora pone el foco en la punta del Miracle. Liderado por el colectivo SOS Costa Daurada, el objetivo de la protesta es conseguir sumar una movilización ciudadana, que sirva para presionar al Ayuntamiento para transformar este entorno en un parque litoral. Una propuesta que pasa por el desmontaje de la plataforma de hormigón y que quiere poner en valor el patrimonio natural y cultural de este entorno.
La protesta está prevista para el domingo día 23 de enero, a partir de las 11 horas de la mañana. Previamente y a posteriori se han programado actividades infantiles y visitas guiadas en grupos reducidos, para conocer de cerca el entorno y el proyecto que defiende este colectivo. «Consideramos que hacer tan solo una cadena era muy rápido, por lo que hemos programado una matinal de actividades para reclamar un uso social del parque, que es lo que defendemos», apunta Lluís Estamariu, portavoz de SOS Costa Daurada.
La cadena arrancará en la zona del aparcamiento y el objetivo es poder llegar hasta la parte de arriba, cubriendo los límites que debería tener el futuro parque. Asimismo, se instalará una pequeña exposición de fotografías en la que podrá conocerse cómo era este entorno a inicios del siglo pasado, y que cambió radicalmente con la construcción de la estructura hace más de veinte años.
La fecha no se ha escogido de forma aleatoria. El día 23 es el último domingo de mes, antes del pleno ordinario de enero, previsto para el día 28. En este, SOS Costa Daurada tiene previsto presentar una moción que obligue a los partidos políticos a pronunciarse alrededor de la propuesta del colectivo. Y es que la plataforma lo tiene muy claro: «El Miracle será nuestro caballo de batalla y tenemos todas las energías centradas en la recuperación de este espacio. La presión no parará», dice Estamariu. Por este motivo, los ecologistas quieren reunirse con las asociaciones de vecinos, para seguir sumando adhesiones a una iniciativa que entró de pleno en la negociación de los presupuestos entre el gobierno y En Comú Podem y que ahora también está en el aire. «No sabemos qué pasará si estos no se aprueban o si habrá Next Generation, lo que nos genera muchas dudas», lamenta Estamariu.
La propuesta de las entidades ecologistas pasa por el desmontaje de la plataforma, y la posterior utilización de las vigas de hormigón para cubrir las vías del tren en este tramo. Asimismo, el proyecto prevé limitar el tráfico a la mínima expresión, con un vial de servicio, que se complementaría con la finalización del carril bici desde la Arrabassada al Passeig Marítim. Finalmente, SOS Costa Daurada defiende generar un nuevo espacio con equipamientos deportivos y culturales, aprovechando el conjunto formado por los fortines.