«Este Sant Joan es el inicio de la recuperación de la cultura festiva»

La provincia celebra la noche más mágica del año con actividades tradicionales, pero también con restricciones

24 junio 2021 15:00 | Actualizado a 24 junio 2021 17:30
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La provincia de Tarragona vivió ayer una Nit de Sant Joan marcada por las ganas de normalidad y las limitaciones por las restricciones. El Serrallo se convirtió ayer en el centro neurálgico en Tarragona con la llegada de la Flama del Canigó. Pasadas las tres de la tarde, una representación de los Diables Voramar se montaban en la bici para pedalear hasta Reus en busca de la Flama. Les acompañaba el Club Tortugatt, para hacer el avituallamiento. Una tradición que el año pasado no se pudo llevar a cabo por culpa de la Covid. Las costumbres vuelven a nuestras vidas y, la celebración de Sant Joan, es una de las primeras que recuperamos.

La comitiva en bicicleta llegaba de vuelta al Serrallo pocos minutos después de las siete y media de la tarde. Por ese entonces, el público asistente al acto ya había pasado todos los controles impuestos por la organización. Tomar la fiebre, apuntar el nombre y recordar que la mascarilla todavía debe permanecer puesta en todo momento. Como cada año, la llegada de los ciclistas con la Flama que enciende todas las hogueras de Sant Joan fue el momento más emotivo.

La presidenta de la Colla de Diables Voramar del Serrallo-Víbria de Tarragona, Begoña Ibarrola, destacaba que «este acto es el pistoletazo de salida a la recuperación de la cultura festiva y tradicional de nuestra ciudad, tan necesaria a partir de ahora», y aprovechó para agradecer la presencia de distintos presidentes de entidades de la ciudad, como las collas castelleras, que no se quisieron perder el acto.

La nueva concejal de Cultura i Festes, Inés Solé, fue la encargada de leer la Proclama de Òmnium Cultural y, después, los Diables Voramar, la Víbria y la Vibrieta llevaron a cabo una pequeña demostración. Como novedad, El Serrallo no tuvo la tradicional hoguera, debido a las complicaciones logísticas derivadas de la pandemia.

Por otro lado, en los barrios de Ponent, también llegaba por primera vez la Flama del Canigó, que desfiló desde Torreforta hasta Bonavista, pasando por Campclar. En Torreforta tuvo lugar una actuación de los alumnos de la Aula de Música Tradicional Tecler y en Bonavista una cuentacuentos amenizó la tarde. Vicente Osáez es el presidente de la entidad organizadora, Fòrum Espai Cultural. «Queremos integrar los barrios de Ponent en esta tradición y que también llegue la Flama hasta aquí», manifestaba Osáez.

La noche empezaba y terminaba en las playas de la ciudad, donde se reunieron grupos de jóvenes y no tan jóvenes para disfrutar de la primera verbena del verano. Un dispositivo policial conjunto entre Mossos y Guàrdia Urbana recorrieron durante toda la noche la ciudad, poniendo especial atención a las zonas boscosas, como por ejemplo, el Bosc de la Marquesa. El objetivo evitar incendios por culpa de los petardos. A las cinco de la mañana, las playas quedaban cerradas y los servicios de limpieza entraban para dejarlas a punto para hoy. Sant Joan nos ha permitido acercarnos un poco más a la tan anhelada normalidad.

Encendido simbólico

En Reus también se celebró la verbena de Sant Joan. Uno de los actos de tarde más emblemáticos es el que acogió el Santuari de Misericòrdia: la recepción de la Flama del Canigó y el homenaje correspondiente a la senyera. Esta llegó al Ayuntamiento para, simbólicamente, encender todas las hogueras de la ciudad. Una vez allí, en el consistorio, se hizo la lectura del manifiesto a cargo de los portadores del gigante Carrasclet. Se trató de un acto organizado por Òmnium Cultural.

A la cita asistieron diferentes autoridades del ámbito municipal, así como de diferentes entidades culturales y sociales de Reus como el Patronat Sardanista. Entre otros parlamentos, el concejal de Cultura i Política Lingüística, Daniel Recasens, expuso lo «importante que es mantener los valores que transmite el acto de la Flama del Canigó».

Durante la tarde, el Campanar de la Prioral de Sant Pere lució, como es habitual, la bandera de la ciudad. Y es que en el punto más alto del pináculo mayor, se llevó a cabo, un año más, su izada. En este caso, fue a cargo de los portadores de L’Àliga de Reus. Este momento fue aprovechado, además, por el alcalde de la ciudad, Carles Pellicer, para comunicar a la Colla del elemento festivo que el Ayuntamiento les concedía una Menció Honorífica municipal en reconocimiento a su trayectoria como entidad.

Ya llegada la noche, fue el turno de las bestias, éstas hicieron acto de presencia en la actuación de fuego de la noche de Sant Joan, celebrado de manera extraordinaria en la plaza d’Antoni Borrell a causa de la aplicación de medidas Covid. En este caso, a partir de las 21.30 horas, acogió un conjunto de bailes luminosos en los que participaron los Bous de Foc, el Ball de Diables, el Ball de Diables Infantil, el Drac, el Drac Petit, la Cabra, la Cabra Petita y la Víbria.

Concierto

En Cambrils uno de los actos más emotivos de la jornada fue el encendido de velas, frente a la Torre del Port para recordar a las víctimas de la Covid-19.

Fue poco después de que los representantes del Ball de Diables de Cambrils, Els Cagarrieres y las entidades festivas llevaran la Flama del Canigó hasta tan emblemático punto de la fachada marítima.

Allí una Timbalada y la lectura del manifiesto dio paso a la posterior verbena de Sant Joan que siguió en el Parc del Pescador con un concierto de la Cobla Principal de Tarragona y una trobada de los Amics de la Sardana de Cambrils.

En Salou la Flama del Canigó llegó a la Plaça de les Comunitats Autònomes después de recorrer las principales arterias del municipio en manos del ‘hereu’ y la ‘pubilla’, que estuvieron acompañados de la asociación Moto Club Barenys Salou.

Un espectáculo de fuego abrió luego, en el Passeig Jaume I, la parte más festiva de la revetlla de Sant Joan con la Morena, el Xaloc, el Ball de Diables Maleïts y las Bruixes ‘Latemó’. A continuación hubo una sesión de Dj y un espectáculo pirotécnico en el propio paseo ante la presencia de salouenses y turistas.

Con fiestas mayores

En las Terres de l’Ebre se recuperaron buena parte de las actividades tradicionales de Sant Joan, como la Flama del Canigó y las hogueras, todavía con medidas de seguridad sanitaria. Una Revetlla que se vivió especialmente donde coincide además con las fiestas mayores, como es el caso de L’Ampolla. Ayer el día empezó con cantada de jotas y el típico reparto del panoli por parte de las pubillas y hereus, y terminó con la hoguera de la playa de las Avellanes y una actuación en el puerto.

En el barrio de Ferreries-Sant Vicent de Tortosa, que también celebra sus fiestas por Sant Joan, se vive hoy el día central, con la misa en la iglesia del Roser y una cantada de habaneras en la plaza Mestre Monclús.

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