Un reciente informe de la Agencia Tributaria destaca las desigualdades existentes en la provincia de Tarragona entre los pueblos más ricos y los más humildes. Estos desequilibrios reflejan la diferente capacidad de atracción de los sectores productivos entre las zonas rurales y las más urbanizadas. En este contexto, cabe mencionar que Tarragona alberga tanto municipios prósperos como otros que enfrentan retos económicos importantes.
El pequeño municipio de Almoster, con una población de 1.310 habitantes, se consolida como el más próspero de toda la demarcación de Tarragona. Según el citado informe, los habitantes de Almoster disfrutan de una renta bruta media de 44.839 euros anuales, situándose en la vigésima posición a nivel de toda Catalunya. Este dato refleja el alto nivel de vida en Almoster, que, a pesar de su reducido tamaño, se ha afianzado como un enclave económico privilegiado en la región.
Uno de los factores que podría explicar esta elevada renta es la presencia de actividades económicas relacionadas con sectores como el turismo y la agricultura de alto valor añadido, que han contribuido al desarrollo económico del municipio. Además, la proximidad a núcleos urbanos importantes como Reus también facilita el acceso a empleos bien remunerados.
Entre los factores que explican el éxito económico de Almoster se encuentran su cercanía a la ciudad de Reus y su conexión con importantes núcleos industriales y comerciales. Esto ha favorecido el acceso a empleos bien remunerados y ha atraído a una población con un poder adquisitivo elevado. Además, el municipio ha apostado por un desarrollo urbano sostenible, que ha permitido mantener un entorno tranquilo y una alta calidad de vida.
La diferencia con otros municipios es sorprendente, destacando aún más cuando se compara con Batea, el municipio más pobre de la provincia. Batea, situado en la comarca de la Terra Alta, enfrenta dificultades económicas debido a la falta de infraestructuras y oportunidades laborales, lo cual se refleja en una renta media significativamente más baja que la de Almoster. Este contraste pone de manifiesto las desigualdades territoriales existentes en la provincia y la necesidad de implementar políticas que promuevan el desarrollo económico en las zonas más desfavorecidas.
El informe de la AEAT también muestra un ranking más amplio que incluye a los municipios con las rentas más altas y bajas de la provincia. En cuanto a los municipios más ricos de Tarragona, los cinco primeros son los siguientes:
1.- Almoster: Renta bruta media de 44.839 euros.
2.- Castellvell del Camp: Renta bruta media de 42.264 euros, con una población de 3.018 habitantes.
3.- Altafulla: Renta bruta media de 41.371 euros y 5.693 habitantes.
4.- La Pobla de Montornès: Renta bruta media de 41.353 euros, con 3.221 habitantes.
5.- Els Pallaresos: Renta bruta media de 37.381 euros, con 4.963 habitantes.
Estos municipios presentan una concentración de riqueza notable y comparten características como la cercanía a grandes centros urbanos y una economía basada en sectores industriales y turísticos.
En contraste, los cinco municipios más pobres de la provincia de Tarragona son:
1.- Batea: Renta bruta media de 19.794 euros, con una población de 1.869 habitantes.
2.- Horta de Sant Joan: Renta bruta media de 21.467 euros y 1.169 habitantes.
3.- Pinell de Brai: Renta bruta media de 21.740 euros, con 1.006 habitantes.
4.- Sant Jaume d’Enveja: Renta bruta media de 23.024 euros y 3.661 habitantes.
5.- Santa Bàrbara: Renta bruta media de 23.165 euros, con 3.758 habitantes.
En estos municipios, situados mayoritariamente en las Terres de l’Ebre, se observan rentas considerablemente más bajas, evidenciando un fuerte desequilibrio en la distribución de la riqueza dentro de la provincia. Esta zona presenta retos económicos históricos debido a su ubicación geográfica y dependencia de sectores como la agricultura tradicional, que ha sufrido un declive en las últimas décadas.
La diferencia entre Almoster y Batea es abismal. Almoster, con una renta bruta media de 44.839 euros, se sitúa muy por encima de Batea, donde la renta media apenas alcanza los 19.794 euros. Esta disparidad no solo evidencia las desigualdades en términos de ingresos, sino también en el acceso a servicios y oportunidades. Batea, situado en la comarca de la Terra Alta, una de las zonas más rurales y menos desarrolladas de Tarragona, depende en gran medida de la agricultura, un sector que ha sufrido mucho en los últimos años por factores como la despoblación y la falta de inversiones.
Por otro lado, Almoster, ubicado en una zona mucho más conectada y cercana a centros urbanos como Reus, se beneficia de una infraestructura más desarrollada y de la proximidad a sectores económicos en auge, lo que ha favorecido el aumento de los ingresos de sus habitantes.