El tiempo medio de espera para obtener una licencia de obras en Tarragona es de 8,8 meses. Así lo ponía de manifiesto hace unos días un informe elaborado por el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC), el cual mostraba que la situación de pandemia ha dilatado la espera en la mayoría de los municipios.
Tarragona no aparecía en una buena posición. De las 28 ciudades que se incluía, ocupaba el puesto número 10 por la cola. Una posición que se espera poder mejorar, de cara a los próximos años, dado que se ha puesto en marcha un paquete de medidas a corto, medio y largo plazo. Y es que, según reconocía el concejal de Territori, Xavier Puig, «es una espera inaceptable que queremos cambiar y reducir drásticamente».
Entre las medidas que se están estudiando está la de pasar las zanjas de licencias a comunicados. Así, cada vez que tenga que abrirse una calle para hacer pasar un suministro, no tendrá que esperarse y se agilizará el procedimiento. «Es un trámite que en principio debe ser sencillo, pero que se hace a través de licencia, y esto hace que los equipos tengan que estar pendientes de ello», argumenta Puig. Con el cambio, lo que se pretende es «liberar energías» del personal de este departamento y «ganar eficiencia». «Evidentemente que los comunicados tienen unas condiciones que deben cumplirse, pero no hay que hacer toda la comprobación técnica sino que se hace a posteriori», concreta.
"Interesa que Tarragona sea una ciudad interesante en la que invertir"Este es un aspecto que viene regulado por la Ordenanza de los Comunicados, por lo que el Ayuntamiento está trabajando para hacer una modificación del texto de cara a septiembre. Asimismo, se ha previsto una segunda acción que pasa por un rediseño de la página web, para facilitar este procedimiento electrónico. «Buena parte del retraso es porque faltan documentos o informes iniciales que podríamos ahorrarnos a partir de una web que lo solicite todo y no permita iniciar el trámite hasta que has cumplimentado todos los pasos de forma correcta», indica el edil republicano. Desde Territori ya se han iniciado las primeras conversaciones con el Àrea de Govern Obert, para comenzar a trabajar en la nueva interfície. El objetivo es que la nueva plataforma sea «más clara» y «evidente» de cara a la ciudadanía, de forma que «sea más fácil la comunicación con la administración y que no estemos perdiendo el tiempo todos».
Este paquete de medidas incluye otras propuestas que se están estudiando para una siguiente fase. En este sentido, uno de los cambios que quiere impulsarse desde la administración local es que las pequeñas obras que se hacen en la Part Alta, puedan pasar de licencia a comunicación. Aquí se incluirían básicamente las reformas de cocinas y baños, que ahora cuentan con una dificultad adicional, ya que el núcleo histórico tiene un plan especial que regula todos estos aspectos. «Es una cosa que estamos hablando con la Generalitat para ver cómo podemos hacerlo», explica Puig. Su implementación ya sería de cara a 2022. Una segunda fase en la que se están estudiando nuevos cambios, respecto a los visados de idoneidad técnica. «Estamos hablando para que se haga en colaboración con los colegios profesionales y entidades colaboradoras de la administración», indica. De momento, las primeras conversaciones con el Col·legi d’Arquitectes y los arquitectos técnicos ya se han producido y, a partir de ahí, se están estudiando los diferentes mecanismos para su implementación.
A los cambios que prevén impulsarse, hay que sumarle dos que ya se han puesto en marcha en los últimos meses. El primero, hace referencia a un refuerzo de la plantilla del Àrea de Llicències i disciplina urbantística, con la incorporación de dos arquitectos técnicos y una administrativa. Asimismo, se ha simplificado la tramitación y no hay que informar primero del proyecto básico y después del ejecutivo, para obtener la licencia, sino que superada la primera parte, después ya puede irse por la vía de la comunicación.
Puig explica que el conjunto de las medidas «forman parte del cambio de modelo que estamos introduciendo en la administración». Y, en este caso, persigue que el Ayuntamiento siga más «eficiente» de cara a la ciudadanía y también «para captar inversiones y no ahuyentarlas». «Interesa que Tarragona sea una ciudad interesante en la que invertir, por lo que debemos quitarnos esta imagen de que todo tarda tanto», añadía. Una reorganización de esta actividad que llega en un momento en el que la concesión de licencias está suspendida hasta la aprobación de las normas subsidiarias urbanísticas, prevista para el mes de septiembre.