La catedral del Notre-Dame de París se ha podido reconstruir, tras el incendio de 2019, gracias a que el equipamiento estaba digitalizado y contaba con una base topográfica. Justo esto es lo que se ha querido hacer ahora con la Catedral de Tarragona. Se ha documentado gráficamente las capillas, el claustro y el resto de las dependencias del templo, a través de una técnica pionera, que nos ha dado una imagen virtual y una maqueta en 3D.
«Imaginaos que hubiera un terremoto y se hundiera nuestra Catedral. Esta herramienta nos permitiría poder levantarla de nuevo», explica Andreu Muñoz, delegado de Cultura del Arzobispado de Tarragona y codirector del proyecto de excavaciones de la Catedral, quien añade que «esta digitalización permitirá entender mejor la complejidad del conjunto catedralicio y nos ayudará a hacer más visible nuestro patrimonio y su evolución». Muñoz insiste en que se trata de una herramienta que funcionará como base documental, además de acercar el templo y sus singularidades a la ciudadanía.
Los resultados de este proyecto son claves para la documentación, conservación e investigación de uno de los monumentos más importantes de nuestra ciudad, que pone al descubierto dos mil años de historia. Cabe recordar que la Catedral está construida encima de lo que fue el templo de Augusto, símbolo del poder imperial en la época romana.
El proyecto se enmarca en el programa cuatrienal de investigación en arqueología y paleontología del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya, que se titula Excavacions en el conjunto monumental de la Catedral de Tarragona, dirigido por el Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) y el Museu Diocesà de Tarragona. Elproyecto cuenta con la colaboración de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de la URV.
Realidad virtual y maquetas 3D
La digitalización de la Catedral se ha podido llevar a cabo a través de la creación de una nube de puntos, que reproduce con gran precisión el conjunto catedralicio. «Este documento digital, que combina millones de datos topográficos, es fundamental para su conservación y para abrir nuevas vías de investigación y de divulgación», explica Agustí Costa, profesor de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de la URV, quien añade que «también se pueden incluir aplicaciones de realidad virtual y de impresión en 3D».
Por su lado, Josep Maria Puche Fontanilles, técnico del ICAC y responsable de la documentación gráfica del proyecto, explica el importante reto que representan enfrentarse a la Catedral, «la más grande de Catalunya, con más de 14.000 metros cuadrados construidos», añade Puche. Para el equipo, la digitalización ha sido un desafío teniendo en cuenta el tamaño y la riqueza histórica y artística del templo. Además, se trata de una Catedral especialmente compleja porque combina elementos de épocas muy diferentes, desde el románico hasta el gótico, pasando por el renacentismo y el barroco.