Ha pasado una semana de un susto mayúsculo en la Avinguda Ramón y Cajal. Un conductor ebrio estampó su vehículo contra una farola situada al lado de la terraza del bar Virgi’s, provocando tres heridos leves y un recuerdo que se ha quedado fijo en la memoria de los presentes.
Hay una frase que se sigue repitiendo: «podría haber sido mucho peor». Una farola doblada y sin luz es la única muestra de que, en esa esquina de Ramón y Cajal con la calle Alguer, sucedió algo que podría haberse traducido en una tragedia. Es por eso que los propietarios del bar Virgi’s lanzaron la campaña #AsseguremElVirgis la misma noche del accidente.
No solo consideran que, si la terraza se queda en el mismo sitio, la calle debería tener unos pilones de seguridad. Eduard Virgili, copropietario del establecimiento, explica que también piden que la terraza del Virgi’s se sitúe en la calle Alguer. «Al final es más un reclamo para los clientes, para que sepan que en esta esquina hay un bar. Si no hay sillas y mesas, la gente no se da cuenta», confiesa Virgili.
Son dos alternativas que se dirigen a un mismo objetivo, que es el de intentar hacer más segura una esquina que vivió momentos de pánico y desconcierto, y que la simple presencia de una farola evitó que esta noticia hubiese escrito acerca de víctimas mortales y heridos graves.
«Pero eso no es todo lo que ha pasado esta semana», avisa Virgili. El martes por la tarde, el propietario explica que recibieron una multa de 400 euros porque, según parece, «la terraza no estaba legalizada». Algo que desde el Virgi’s consideran «surrealista». «Esta terraza estaba en regla hasta 2026», apunta Virgili, quien asegura que tienen todos los papeles en regla y que la multa viene del «silencio administrativo del Ajuntament».
Actualmente, en el interior del bar, se encuentran las sillas y las mesas que resistieron el accidente y la estampida de personas que saltaron tras los hechos. Se rompieron vasos, platos y también algunos elementos de la terraza.
Entre todos los destrozos y los ingresos que consideran haber perdido por la inexistencia de mesas y sillas en el exterior, los propietarios calculan que las pérdidas podrían llegar hasta los 2.000 euros. Un ‘mal menor’, teniendo en cuenta que, por suerte, solo hubo que lamentar daños en objetos. Al menos son reemplazables.
Animan a todos a volver
En la terraza accidentada había un grupo de unas veinte personas que se reunieron en el bar para ver el partido entre el Intercity y el Nàstic de Tarragona. Dentro, una quincena de clientes disfrutaron del encuentro. Para todos ellos, el partido terminó en el minuto 81, cuando sucedieron los hechos.
Era la primera vez que el Virgi’s abría en fin de semana, ya que había iniciado una campaña para ver los partidos del Nàstic en el bar. Días después del accidente, el copropietario del establecimiento habló con uno de los representantes del grupo de animación grana que estuvo ese día por el bar, y explica que «hay gente que tiene miedo a volver». Comprensible, en cierto modo. Pero desde el Virgi’s aseguran que volverán a poner los partidos del Nàstic y esperan que siga viniendo gente, ya que es uno de los pocos establecimientos dónde se pueden ver los partidos del conjunto grana en directo.