Tras una primavera en la que la ciudad empezó a recuperar el pulso, el verano ha dejado muestras de que el turismo ha vuelto a Tarragona e incluso lo ha hecho con más fuerza que antes de la pandemia. Así lo confirman los primeros datos recogidos por el Observatori de Turisme de Eurecat, correspondientes al mes de julio, según los cuales en este periodo los establecimientos turísticos de la ciudad han registrado un total de 331.601 pernoctaciones. La cifra representa un crecimiento del 49% respecto a 2019 y prácticamente dobla los niveles del año pasado y, sobre todo, ha sido gracias a la importante afluencia de clientes que han tenido los campings, con una ocupación media del 86,6%.
«Más que recuperación, ha sido un verano que ha superado las previsiones», afirma el alcalde de Tarragona y presidente del Patronat Municipal de Turisme, Pau Ricomà. Hay un elemento que debe tenerse en cuenta en cuanto al incremento de pernoctaciones respecto al escenario preCovid, ya que en este periodo se ha incrementado la oferta de plazas, con la apertura del H10 Imperial Tarraco y la reordenación interna de algunos campings, que han aprovechado estos años para una puesta a punta de sus instalaciones. Con todo, el numero de camas disponibles se ha situado en 12.560, aunque se estima que la cifra puede ser muy superior, ya que estas estadísticas tan solo incluyen las 358 plazas de los pisos turísticos que forman parte de la Associació d’Apartaments Turístics de Tarragona.
Otro elemento que se ha incrementado es la estancia media de estos turistas en la ciudad, que durante el mes de julio fue de 4,59 días. Esta ha aumentado en más de un día en el caso de los campings (6,5 días), así como también en los apartamentos (5,5 días), mientras que en los hoteles se mantiene (2 días).
«Más que recuperación, ha sido un verano que ha superado las previsiones»
Ricomà también pone en valor que este crecimiento se ha producido en un contexto en el que «los establecimientos han incrementado sus precios para hacer frente a la inflación». La habitación doble en un hotel de tres estrellas ha alcanzado de media los 90 euros, lo que supone un 25% más que el año pasado, mientras que en el caso de los apartamentos la tarifa media se ha situado al mismo nivel, lo que representa un crecimiento del 41%. En cuanto a los campings, la noche de bungalow se ha pagado a 176 euros de media, lo que representa un 16% más.
Hasta dentro de unas semanas no se conocerá el balance definitivo de la temporada de verano, en el que de momento el mes de agosto «a nivel de sensaciones ha sido muy bueno», apunta Ricomà. También lo confirma el presidente de los Hotelers de Tarragona Ciutat, Xavier Jornet, quien asegura que la «incógnita» ahora es el mes de septiembre. «Malo no será, porque ahora ya estamos más o menos sobre el 50%, pero no hay tanta anticipación como los otros años».
La agenda festiva de la ciudad estará llena con la conmemoración de los 700 años de la llegada del Braç de Santa Tecla. De hecho, el Patronat Municipal de Turisme también se volcará en estas fiestas, ya que la estrategia que se está ejecutando es la de ‘vender’ una ciudad «viva» los 365 días del año. «Una de las cosas que haremos es que durante todo el año en Tarragona haya actividad todos los fines de semana», avanza el alcalde, quien defiende que la cultura y la cultura popular deben sumarse al marco general que representa el patrimonio monumental, y que sigue siendo el principal motivo por el que la gente visita Tarragona.
El presidente del Patronat Municipal de Turisme defiende que, a pesar del incremento de turistas, de momento «no hay síntomas de saturación». Pese a ello, explica que «tenemos una situación que debemos controlar, que pasa por mejorar el flujo de visitantes, ya que muchos de estos se concentran en la Part Alta». Por este motivo, los 3 millones de euros de los Next Generation de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad se invertirán en el Fòrum de la Colònia, con el objetivo de ampliar el circuito.
«Debemos preservar que no haya una masificación porque sino estaremos muertos»
Al respecto, Jornet defiende la importancia de «no dejarnos llevar por los números». «Debemos preservar que no haya una masificación porque sino estaremos muertos». El presidente de los hoteleros afirma que el turismo en Tarragona «tiene margen» para seguir creciendo, «siempre pensando en que la gente de la ciudad esté a gusto». Por este motivo, insiste en la necesidad de «buscar los perfiles que nos interesan como ciudad» y «crear producto», para diversificar la oferta más allá del patrimonio histórico. De hecho, las empresas que se dedican a este sector de actividad no es en verano cuando tienen más demanda. «Trabajamos todo el año y, de hecho, de febrero a mayo y a partir de septiembre hasta noviembre son meses mejores que el verano. Ahora la gente hace vacaciones e incluso este año en días de calor extremo, la afluencia del público de proximidad ha bajado», afirma desde Itinere Serveis Culturals, Xavi Mejuto. Pese a ello, los guías de esta compañía han trabajado con rutas diarias tanto las mañanas, como por la tarde y también por la noche.
Mejuto afirma que «no estamos viendo visitantes de extremo Oriente, pero este año han venido muchos franceses». Y este ha sido uno de los fenómenos del verano, con más de un 50% de turistas internacionales por primera vez.
Las cifras que poco a poco van conociéndose ponen de manifiesto que la recuperación de la actividad turística en la ciudad de Tarragona ha sido superior a la media experimentada en la Costa Daurada. Prueba de ello se veía esta misma semana, cuando la estadística de coyuntura hotelera publicada por el INE apuntaba a que en este caso el crecimiento de las pernoctaciones respecto a 2019 tan solo ha sido del 3%, mientras que en el caso de Tarragona se enfila hasta el 23,7%. Si se confirma esta tendencia positiva podría cerrarse el verano con cifras récord, teniendo en cuenta que en el caso de la ciudad de Tarragona este se estableció en 2018 y no en 2019.
