El Seguici exige soluciones para la Casa de la Festa

El equipamiento, ubicado en la Via Augusta, está lleno de humedades y goteras, y las entidades piden al nuevo gobierno de Ricomà más espacio y comodidad para los elementos

25 septiembre 2019 07:40 | Actualizado a 26 septiembre 2019 18:01
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Humedades, goteras, hongos, falta de espacio y lavabos cerrados. Esta es la radiografía del estado actual de la Casa de la Festa, ubicada en el número 4 de la Via Augusta. Los grupos del Seguici Popular piden al nuevo Ayuntamiento que la rehabilitación de este equipamiento sea una prioridad. Y es que en él duermen las bestias, los cabezudos y los gigantes que hacen bailar y disfrutar a toda la ciudad durante las Festes de Santa Tecla. Estos últimos días, las entidades han podido volver a percartarse de la gravedad de la situación. «La humedad está afectando a nuestras bestias. Reparar los elementos es muy caro y las asociaciones culturales no tenemos tanto dinero», explica Frederic Pertile, miembro del Bou de Tarragona, quien añade que «el estado de la Casa de la Festa acabará pasando factura al patrimonio festivo de nuestra ciudad».

Esta es la opinión generalizada de los grupos del Seguici, quienes, año tras año, ven como solamente se solucionan algunos problemas puntuales, como por ejemplo la humedad. «Pero lo que necesitamos urgentemente es una rehabilitación total o un nuevo emplazamiento», dice un componente de los Gegants Moros.

Por su parte, el presidente de los Gegants Vells, Jordi Marquès, asegura que «se están decolorando los trajes de nuestros gigantes, porque las luces son alógenas, y deberían ser de led. Desprenden demasiado calor y esto acaba perjudicando a los elementos».

Jordi Grau, de la Víbria, lo tiene claro: «La Casa de la Festa se está cayendo a trozos». Además, añade que «lo ideal sería buscar un espacio más grande, donde podamos también exponer nuestras bestias pequeñas. Hay entidades que las tienen todo el año escondidas en un cuarto y es una pena. Sería interesante que la ciudad pudiera disfrutar también de ellas».

Quienes conocen bien las principales carencias del equipamiento son los miembros del Ball d’en Serrallonga. «Cuando se acerca Santa Tecla, nos vemos obligados a ensayar al aire libre. Vamos como locos buscando ubicaciones. La Casa de la Festa siempre está llena y no tenemos sitio donde preparar los parlamentos», explica Anna Castell, responsable de la entidad, quien añade que «solo disponemos de una sala de veinte metros cuadrados, lleno de humedades, donde limpiamos lo trabucos». Castell opina que «tantos locales y equipamientos vacíos que hay, y nosotros y el resto de entidades nos tenemos que ver así. Es injusto».

Otro colectivo que se ve perjudicado es el de los grallers de los Xiquets de Tarragona. La colla se quedó sin local hace más de un año. Como solución temporal, los músicos de los de la camisa ratllada ensayan en la Casa de la Festa. «Es muy incómodo. Apenas tenemos donde sentarnos», comenta Adriana Gómez, cap de gralles de los Xiquets de Tarragona.

Ricard Garcia, presidente de la Mulassa, se queja de la falta de mantenimiento y de vigilancia. «Alguna vez nos hemos encontrado que la puerta está en tan mal estado que no la podemos ni abrir. También nos han desaparecido herramientas que teníamos debajo de la bestia», explica el responsable de la entidad.

Algunas de las principales quejas de estos días han sido referentes a los lavabos. De los cuatro que hay en la Casa de la Festa, solamente funcionaban dos y eran los ubicados arriba. «No es normal que en un recinto como este, en el que esta semana han pasado más de dos mil personas, solo funcionen dos baños», opinaba un miembro de la Cucafera.

Un problema histórico

El problema actual no es nuevo. El equipamiento abrió sus puertas el 2007 como un espacio de conservación de la imaginería festiva, y también como local de ensayo y residencia de entidades. En mayo de 2008 ya se convirtió en visitable, con un proyecto expositivo permanente y que explica la secuencia ritual de las Festes de Santa Tecla. La Casa de la Festa ocupa un espacio de 1.400 metros cuadrados y cuenta con tres salas de exposiciones y otra audiovisual.

El equipamiento ha presentado deficiencias desde el primer día. La exconcejal socialista Begoña Floria había explicado en varias ocasiones que el origen de las humedades procedían del restaurante chino que hay al lado. La situación ha llegado a ser tan grave que, en el año 2012, la Casa de la Festa se vio obligada a cerrar durante unos meses.

Este tema se debatirá en el pleno del próximo 30 de septiembre. El portavoz del grupo municipal Junts per Tarragona anunció hace unos días que presentará una moción para pedir que se dignifique la Casa de la Festa. El gobierno de Josep Fèlix Ballesteros no fue capaz de encontrar en 10 años una salida a la problemática. Ahora, Ricomà y su equipo deberán ponerse manos a la obra para encontrar la solución definitiva.

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